Miguel Poveda siente que el álbum Diverso es el disco "más completo o el más variado. El que muestra mucho más Migueles", ha contado en De pe a pa. Si en los discos anteriores se ha focalizado en algunos aspectos más concretos como "el flamenco tradicional, la canción andaluza, la obra de Federico o de Rafael Alberti, un disco que hice catalán", en este trabajo se ha propuesto hacer "un viaje por muchos lugares, este tiene muchos contrastes, mucho colorido".
Unos colores que ya están presentes en la portada del disco donde él aparece pintando con pinturas de diferentes colores: "La muestra de lo que luego aparece dentro en la parte musical. Llenarme de todos esos colores musicales que a mí me emocionan y que al final me definen. No solamente el flamenco clásico tradicional, que es es mi punto de partida, sino que soy amante y curioso de otras músicas, de otras disciplinas con las que me he podido mostrar a lo largo de mi carrera. En este disco abro el abanico y muestro toda esa maleta de emociones musicales".
El disco incorpora versiones como "El patria" de Rubén Blades, "Pare" de Joan Manuel Serrat, con una versión en catalán y otra en castellano, o colaboraciones como la cantante Omara Portuondo: "Con 90 años y esa frescura todavía en la voz, impresionante. Lloré en el estudio. Son de esas experiencias que sabes que no se te van a olvidar de por vida".
La música "acerca a las personas, que no haya distinción de razas, de edades, de ninguna cuestión, que la música viaje. Este es un disco que viaja, que se abraza con otras culturas y que esos abrazos y esos viajes, que los teníamos un poco prohibidos por razones obvias y entendibles. Este viaje te permite todo eso, te lo pones con los cascos y viajas, te vas a muchos lugares del planeta con cierto compromiso en muchos temas como el tema de "Padre", que hizo Serrat en su día, y con estos sonidos que son de Cuba y Argentina".
De Sevilla a La Habana
La canción "Triana, Puente y La Habana" establece una unión, como indica su nombre entre el barrio sevillano y la isla de Cuba: "Es un puente que parte de Triana y esta vez, en vez de cruzar el río y pasar a Sevilla, lo que pasa es directamente a La Habana, donde yo encuentro similitud con esos cantes festeros, desinhibidos y jocosos que tiene Triana y encuentro incluso en las danzas, también algo muy africano, muy parecido a lo que es Cuba".
Ser quién eres
"La timidez sigue ahí permanente, quizá un poquito menos. He encontrado armas para disimular esa timidez, cuando no conozco y no tengo confianza; cuando estoy en confianza soy un descarado, un cachondo, me encanta reírme y pasármelo bien. Creo que con el tiempo uno intenta ser uno mismo. Yo quiero ser yo todo el tiempo, el máximo tiempo que pueda, entonces para eso tienes que despojarte de mucha timidez, porque si no al final acabas siendo quien no eres, no estoy dispuesto a estas alturas ya".
El adiós de una generación
Cuando vio que su agenda llena de compromisos estaba vacía por la pandemia, le dio "vértigo" y se sintió "un poco extraño", pero "en seguida tomé conciencia de que no podía pensar en mí, que no podía ser egoísta, que estaba muriendo una generación cada día, que era la esencia, nuestros abuelos, nuestros padres, mucha gente, da igual, había gente también de todas las edades. Estaban muriendo muchas personas".
"Dejé de pensar en mi agenda, en mi carrera, en todo eso, y empecé a sentirme como impotente en el sentido de qué podía hacer, cómo podía colaborar, cómo podía ayudar, cómo podía resolver. Te crea un sentido de impotencia. Luego me dio por componer y lanzar una canción para ver si se podía recaudar fondos y empezar a participar desde casa como se podía en cuestiones de ayuda y con pena. Al principio piensas, mi carrera, la inmediatez, era qué va a pasar conmigo hasta que te das cuenta que tú no eres lo más importante, sino que es toda una sociedad y todo un planeta que está sufriendo".