Cine

Ana Torrent vuelve con Víctor Erice, ¿qué fue de la niña de 'El Sur'?

RAQUEL ELICES
5 min.

Con tan solo siete años, su mirada se convirtió en una de las más icónicas del cine español. Sus ojos inocentes y profundamente expresivos llenaban la pantalla, iluminando los planos más oscuros y convirtiendo sus enigmáticos silencios en algo mágico. De ellos se enamoró el cineasta Víctor Erice que la descubrió, hace ahora 50 años, en El espíritu de la colmena (1973), la primera película con la que Ana Torrent cautivaría al público.

Su actuación provocó una cascada de llamadas. Todos los directores del momento querían conocerla y contar con ella en sus próximos trabajos. Buscaban esa calidez infantil, pero tremendamente adulta y reflexiva. La misma que le serviría años después a Carlos Saura para retratar las miserias de los adultos a través de su mirada triste en Cría Cuervos (1975). Era la segunda vez que Ana se ponía delante de las cámaras, algo que volvería a repetir con otros grandes cineastas como Jaime de Armiñan, Basilio Martín Patino o Julio Medem.

Ana Torrent en 'El espíritu de la colmena' (1973)

En todo ese tiempo, Torrent creció personal y profesionalmente sin saber en realidad si ser actriz era su vocación. “Yo no elegí ser actriz, me eligieron”, decía en una entrevista en Días de Cine. “También había una parte de la industria del cine que no me gustaba, porque yo era muy tímida”, confesaba. La actriz no soportaba que, con apenas 13 años, salir a la calle supusiese lidiar con la fama y con ser reconocida en todas partes y llegó a replantearse su carrera en el cine.

Y entonces… llegó Amenábar

Después de unos años de cierta calma, en 1996, un debutante Alejandro Amenábar le propuso a Torrent el papel que la consagraría en la gran pantalla. Ya no como niña, sino como mujer, pero manteniendo la fuerza de aquella mirada con la que apuntando a cámara dijo aquella famosa frase que se convertiría en historia del cine español: “Me llamo Ángela, me van a matar”. Su papel en Tesis, llevó a la intérprete obtener su primera y única nominación a los Goya como Mejor Actriz. Torrent volvía a ser una estrella, pero no brillaría mucho más.

Sus últimos trabajos en cine

Mujer tímida y reservada, Torrent empezó a desaparecer del foco mediático y de la cartelera. Idas y venidas en las que se la pudo ver en papeles menores como los que interpretó en Cosas que olvidé recordar, Juego de la Luna o Sagitario. En el 2000, mucho antes de que Iciar Bollaín pusiera el foco en la parte más humana del conflicto vasco, Torrent se metió en Yoyes en la piel la militante etarra Dolores González Catarain, la primera mujer que ocupó puestos de responsabilidad en ETA. Una película en el que la actriz demostró todo su talento, pero que se quedo en medias tintas y no trascendió dentro de la industria.

Entre los últimos títulos en los que hemos podido ver a Torrent, destaca su participación en la producción internacional Las hermanas Bolena (2008), la película británica protagonizada por Natalie Portman y Scarlett Johansson donde tuvo un papel secundario. En 2017 Paco Plaza la rescató en Verónica, película donde regresó al terror y a primera línea de la actuación interpretando el papel de la madre de la protagonista y en Isabel Coixet volvió a contar con ella para Nieva en Benidorm (2020).

Ana Torrenet en 'Tesis' (1996)

Lo que Torrent no quiere que sepamos

El hermetismo sobre su vida privada es máximo. La actriz no tiene redes sociales, no da detalles de su vida privada y solo es posible saber de ella a través de algunas de sus entrevistas. No hace mucho que se conoció que Ana había sido madre. Una niña que nació hace algo más de diez años, llamada Sofía, fruto de su matrimonio con Alan. La actriz y este fotógrafo neoyorquino del que apenas se conocen más datos, iniciaron su relación hace más de veinte años y mantienen juntos su residencia en Nueva York.

Una apuesta por el teatro

A partir de mediados de los 90, Torrent comenzó a probar las tablas del teatro. En los últimos años ha trabajado con nombres reconocidos como Magüi Mira, Fernando Arrabal o Alberto Conejero. Un camino que tomó tarde, pero que terminó por cautivar a la actriz. “Me he dado cuenta de que disfruto más el teatro, existe un tiempo para el proceso de ensayo que no te da el cine. El teatro te permite desarrollar y hacer más tuyo los personajes”, explicaba en Días de Cine. “En la gran pantalla eres más una pieza de puzzle, mientras en el teatro haces tuya la función”, añadía.

Entrevista completa con la actriz Ana Torrent

Ese flechazo escénico, unido a su carácter tímido y a las pocas ganas de prodigarse en eventos, preestrenos y saraos del mundo del cine son las razones que han llevado a aquella niña que enamoró a todos con su mirada profunda a elegir los márgenes, la discreción y el anonimato. Eso no significa que haya abandonado su “no” vocación, porque aunque no lo eligiese, ella se considera una actriz de los pies a la cabeza.

¿Qué fue de Ana Torrent?

Su regreso junto a Víctor Erice

Este año, la actriz Ana Torrent vuelve a ponerse a las órdenes del cineasta que la descubrió en El espíritu de la colmena (1973), película de la que este año se cumplen 50 años. Lo hará en la película Cerrar los ojos, el esperadísimo regreso del cineasta, tras 30 años apartado de la dirección que se presenta este mes de mayo en el Festival de Cannes, dentro de la sección Cannes Premiere. Una oportunidad para volver a ver a la actriz pasearse por una de las alfombras rojas más importantes del mundo del cine.

La película, la primera de Erice desde El sol del membrillo en 1992, cuenta con un reparto en el que también veremos a Manolo Solo y José Coronado, y está participada por RTVE. No será la única presencia española. Le acompañará también Pedro Almodóvar, que acude al festival a presentar su corto Extraña forma de vida, protagonizado por Ethan Hawke y Pedro Pascal.

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