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Lazos de sangre

Lola Herrera y 'Cinco horas con Mario': ¿por qué ha acabado en el psiquiatra?

Noticia Lazos de sangre 
RTVE.es
5 min.

Ya lo dijo Miguel Delibes, autor de Cinco horas con Mario, Carmen Sotillo ya es de Lola Herrera. Lleva más de cuarenta años metiéndose en el papel de la viuda más famosa de España y su trabajo le ha costado, no solo esfuerzo físico, también mental. Interpretar este papel ha sido todo un viaje de sanación para Lola Herrera y también el causante de que la actriz comenzase a ir al psiquiatra como hemos visto en el documental de Lazos de sangre.

Un papel que la llevó a terapia

"Hacer Carmen Sotillo es hacer un poco de Lola Herrera", decía la actriz en Función de noche, la película que grabó con su ex marido sin guion alguno en el camerino del teatro tras interpretar a Carmen Sotillo. Para ella la lista de similitudes entre ambas era más que evidente, y aunque ella no había perdido a su marido por su fallecimiento, también tuvo que enfrentarse a su pérdida, una quizás más dolorosa, la del abandono por voluntad propia. Lola Herrera vio como su pareja, Daniel Dicenta, la abandonaba el día de Reyes para seguir su camino en solitario.

Aquello afectó profundamente a Lola, pero ni siquiera se dio la oportunidad de disfrutar del dolor para sanar, no tuvo esa opción, porque ella tenía que sacar adelante a sus hijos y frente a eso, una madre no puede hacer nada. No tenía tiempo de lamentarse o quejarse por los hechos, ella tenía que encontrar una solución y no era otra que trabajar sin descanso, entre esos trabajos estaba Cinco horas con Mario, donde la actriz se pudo desahogar con ese difunto Mario, al que es más de una ocasión imaginó a Daniel Dicenta.

"Hacer Carmen Sotillo es hacer un poco de Lola Herrera", Lola Herrera

Cuando en noviembre de 1979 se estrenó la obra en el teatro Marquina de Madrid, la actriz deslumbró a todo el público, incluido a Delibes, que había acudido a ver el estreno de su gran obra. Y lo que fue un triunfo en su vida profesional, le llevó a otro momento muy amargo en su vida personal porque meterse en la piel de Camen Sotillo le hizo tocar fondo: "Caí en depresión porque este texto me llevó a darle muchas vueltas a la cabeza, me llevó a mi vida personal. Ahí es donde empecé a ir a la psiquiatra", cuenta Herrera en el documental.

Un profundo trabajo de introspección en el que Lola Herrera se adentra en Carmen Sotillo y a la vez en sí misma, donde su desgracia se convierte también en la del personaje y juntas se funden en una misma persona. Es imposible no vibrar de emoción cuando se la ve en el escenario interpretando ese papel, y es que más allá de la evidente calidad interpretativa que la actriz posee, está claro que es su mejor papel porque también le sirve de terapia. Es un rincón en el que por fin puede decirle a Dicenta tantas cosas que ha callado durante años.

Imposible dejarlo en el pasado

"Con el tiempo he visto que ese papel ha sido lo más importante que me ha pasado a lo largo de toda mi trayectoria", dice la actriz, pero no es solo su capacidad artística la que hace que el público la aclame año tras año durante cuatro décadas. Natalia Dicenta, hija de Lola Herrera, tiene claro que el público desea ver a su madre "porque le tienen amor", y nadie lo pone en duda, Herrera es una de las actrices más queridas en el panorama nacional. Ha luchado desde sus inicios para lograr estar en lo más alto.

Cuando se grabó el documental, no dudaron en hacerle la pregunta más importante: ¿Volverías a interpretar a Carmen Sotillo? "No, no lo quiero hacer más veces", dice entre risas, pero ha acabado volviendo a los escenarios para meterse en la piel de Carmen Sotillo. ¿Qué tiene el papel que resulta tan adictivo? ¿Serán los aplausos y elogios del público? ¿Puede ser que le provoque una gran satisfacción o es que quizás sea una especie de bálsamo curativo para ella?

Sea como fuere, ha vuelto a los escenarios con ella una vez más, y se la puede ver en el teatro interpretando el texto de Cinco horas con Mario hasta finales de noviembre. Esperamos que estas funciones sigan su curso sin ningún susto como ya pasó en 2019, cuando la artista se desmayó en plena función en León. Nadie sabe la causa aunque ella supone que fue por el agotamiento, "el cuerpo se va resintiendo y yo me he dado grandes palizas trabajando". Aunque su amiga del alma, Natalia Figueroa, apunta a la intensidad del personaje: "Es un personaje tan intenso y con el que se identifica tanto, que es lógico que se pueda llegar a desmayar". En cualquier caso, es de admirar la valentía y la osadía de Lola Herrera que con 86 años no le teme a nada y se sube al escenario para interpretar, quien sabe si por última vez, el que ha sido el personaje de su vida, Carmen Sotillo.

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