Marcelo Viera y Clarice Alves han sido los primeros invitados de esta segunda temporada de La noche D. Dani Rovira ha recibido en su sofá al futbolista del Real Madrid y su esposa para hablar sobre la suerte. Una charla divertida en la que la pareja ha contado cómo se conoció y todo lo que el brasileño hizo para conquistar a la actriz ¡Mira la entrevista completa!
La pareja se conoció cuando tenían 13 años
Marcelo y Clarice son una de las parejas más consolidadas del mundo deportivo. El futbolista del Real Madrid ha contado a Dani Rovira cómo conoció a su esposa cuando tan solo eran unos adolescentes: “Yo conocí a su hermano cuando teníamos 13-14 años jugando al fútbol sala en Brasil, en Río de Janeiro. Y entonces mi amigo tenía una hermana que era muy guapa y tal, y yo le pedía ayuda, pero no me ayudaba nada. Luego nos fuimos conociendo, nos hicimos muy amigos, vimos que teníamos en común otras cosas, disfrutar de estar juntos pero no como amigos, y ahí fue empezando”.
Así fue cómo empezó un amor que a día de hoy todavía perdura. Ella recuerda perfectamente la primera vez que le vio sobre la cancha. “Fui a ver un partido de ellos porque jugaban en el mismo equipo de fútbol sala. Le conocí, cogimos el metro, y él no paraba de hablar, siempre con esa energía a tope y lo recuerdo como si fuera hoy”.
Un flechazo, pero Marcelo tardó en lanzarse “porque luego nos hicimos muy amigos, entonces iba con cuidado". “Era el mejor amigo de mi hermano, así que imagínate: viajaba con nosotros, salíamos”, cuenta Clarice sobre las dudas iniciales del futbolista.
En cambio, Marcelo lo tenía claro. Él quería pasar el mayor tiempo posible con ella e hizo una locura que le costó la bronca de su padre: se tiñó el pelo de rubio: “Quería una muñeca pero estaba yo. Quería hacer algo diferente y yo pensaba que iba a conquistarla con esto. Luego mi padre me regañó muchísimo”. “Un caradura. Me ganó”, ha confesado Clarice.
El momento "tierra trágame" de Marcelo el día de su boda
Uno de los días más importantes de Marcelo y Clarice es el de su boda. Se casaron en Río de Janeiro, Brasil, pero algo estuvo a punto de estropearlo todo, y no era ninguna broma de Marcelo que perdió los anillos: “Justo en el momento de entrar Marcelo no encontraba los anillos”. “Yo bromeo mucho, pensaban que estaba bromeando y no me creían” dice el futbolista. Al parecer, “el traje no era muy bueno, el bolsillo estaba como roto” y se quedó abajo, dentro del forro. “Fueron 5 minutos de tensión”, de una boda maravillosa de la que el futbolista del Real Madrid dice no acordarse de nada.
Así es su vida en Madrid
El primer partido de Marcelo con el club blanco fue el 7 de enero de 2007. Solo tenía 18 años: “Éramos muy jóvenes. El Real Madrid contactó con mi agente en Brasil y yo pensaba que era una broma, porque yo solo veía al Madrid y los galácticos por la televisión. Su papel tuvo que firmar un papel porque tenía 17 años, pero fue todo muy rápido. Vinimos con su hermano y mi abuelo, al inicio. Luego ya vino su madre, mis familiares”.
Aquí en Madrid su vida es de lo más normal: “Hacemos de todo. Con los niños vamos al cole, de paseo, vamos al parque, vida normal y corriente. No dejamos de hacer nada. La verdad es que vamos por el centro, hacemos de todo. Con nuestros perros salimos un montón”, cuenta Clarice. Ella es actriz y ha hecho una película, “Urubú”. El director es Alejandro, el hijo de Chicho Ibáñez Serrador: “Estuve rodando dos meses en medio de la selva. Me lo pasé genial. Fue duro pero yo disfruté, no me da miedo los bichos”. “Por favor, no hay ningún bicho por aquí”, dice Marcelo confesando un de sus mayores miedos.
“Fue difícil. Fue duro porque estuvimos mucho tiempo sin Clarice. Fue difícil por Liam, cuando ella salió para rodar, no hablaba muy bien, estaba empezando. Cuando volvió ya estaba formando frases”, narra el futbolista sobre la ausencia de su mujer todo ese tiempo.
La gran suerte de Marcelo
En el programa dedicado a la suerte, Dani Rovira le ha preguntado al futbolista del Madrid sobre si ha tenido suerte en la vida: “Yo cuando hablo de esto, mucha gente piensa que estoy un poco loco, pero, el 80% de todo lo que he hecho en mi carrera ha sido suerte. He trabajado, tengo una familia estupenda, pero para tener todo esto, desde mi punto de vista hay que tener un poquito de suerte. Porque, de dónde venimos, seguramente, muchos niños, tenían más calidad que yo o eran mejores, pero tuve mucha suerte de estar en el mejor momento, en el sitio exacto. Hoy me siento un afortunado, pero he tenido muchísima suerte de los hijos que tenemos, de los amigos que podemos elegir, yo creo que la suerte es prácticamente todo”.
Todo fue gracias a su abuelo, del que se emociona cuando tiene que hablar de él: “Cuando mi abuelo empezó a creer en mí yo pensaba que estaba loco. Luego entendí que él no quería que yo fuera futbolista, sino que disfrutara del momento. Yo no juego para ser el mejor, para ser ejemplo, yo me divierto, y quiero que mis hijos sigan el ejemplo de la diversión”.