El tercer programa de MasterChef Celebrity 6 comenzó con un torbellino con la entrada de Antonia Dell’Atte. La finalista de la tercera edición de MasterChef Celebrity revolucionó las cocinas una vez más. En esta prueba, los aspirantes tuvieron que trabajar con el soplete para flambear, pero con el condicionante de tener que sacar los máximos platos posibles. Y fue aquí, cuando Antonia nos dejó otro de los grandes momentos de la noche junto a Terelu.
No era la primera vez que la italiana coincidía con Terelu, pero parece que recordar nombres no es su fuerte. Así, mientras que Terelu cocinaba y presentaba sus platos, Antonia la renombró para llamarle “TerelO”. Las risas de los jueces se contagiaron al resto de los aspirantes y Samantha Vallejo-Nágera tuvo que recordarle a nuestra invitada que el nombre correcto era Terelu, con U. Antonia asintió, pero lejos de corregir, continuó con el renombramiento. Para ella Terelu siempre será TerelO.
Antonia Dell Atte, despedida como una gran estrella
Pero el protagonismo de Terelu fue creciendo en esa prueba. Pero quizás por un motivo que no le hubiera gustado. A la presentadora se le cayeron las gafas en la bandeja del horno, un plato que Jordi Cruz bautizó como “fondue de gafas”. Lejos de esconderse, Terelu aprovechó la anécdota para hacerla todavía más divertida, llevando las gafas ante los jueces.
Con las patillas y la moldura deshechas y los cristales en la mano, Terelu bromeó: “Mirad mi plato. Para que veáis lo original que soy”. Los jueces se sumaron a la divertida situación. Después de que Pepe Rodríguez lo calificara como “una fantasía”, Jordi aseguró en las valoraciones que, más allá de un flambeado flojito, “lo mejor fue la fondue de gafas”. Lejos de enfadarse, Terelu se lo tomó con un humor: “A ver si por lo menos suma 0,5 puntos”.
“Mi familia es el pilar de mi vida”
En este programa también tuvimos tiempo para ver a una Terelu muy emocionada. Tras el cocinado de exteriores en Comillas, la aspirante terminó envuelta en lágrimas. Cocinar en Cantabria le recordó a su tío, que vivió allí y falleció hace dos años. “No lo puedo evitar. Para mí, la familia es el pilar de mi vida. Y poderle dedicar el triunfo a mi familia era muy emocionante. Estoy muy contenta”, confesó la presentadora.
Y por si no fuera poco, durante el cocinado, Terelu se abrió con Eduardo Navarrete y le contó cómo fue su boda en el Palacio de la Magdalena, en Santander, con el padre de su hija. “Lo que más me gusta es que después de 23 años la gente me sigue diciendo que en mi boda es en la que mejor han comido”.