Dani Rovira recuerda perfectamente lo que sintió cuando vio por primera vez la imagen de Aylan, el niño sirio de tres años que apareció ahogado en una playa en 2015 cuando trataba de alcanzar Europa. “Me conmocioné muchísimo. Sentí rabia e impotencia al ver como un niño sufría las consecuencias de un mundo adulto absurdo”. Aquellos sentimientos fueron los mismos que atravesaron a Gerard Canals, el voluntario que junto a Oscar Camps fundó Open Arms, y al que Rovira da vida en Mediterráneo (2021), la película participada por RTVE que llega a los cines este 1 de octubre.
Presentada en el Festival de Internacional de Cine de San Sebastián, la cinta dirigida por Marcel Barrena cuenta la historia de estos dos socorristas de Barcelona que, movidos por lo que aquella imagen despertó en ellos, no dudaron en viajar hasta Lesbos para ayudar a quienes nadie socorría, los miles de refugiados que trataban de alcanzar una vida mejor a este otro lado del Mediterráneo. Un duro trabajo que comenzó hace seis años y con el que, desde entonces, han salvado la vida de más de 100.000 personas.
“Aquella fotografía hizo que a todos se nos pasara por la cabeza la pregunta sobre qué podíamos hacer nosotros para ayudar, ahí comenzó la historia de Oscar y Gerard”, cuenta el actor. “Cuando un tiempo después sonó el teléfono de Marcel Barrena y me propuso hacer esta película, pensé que esa sería mi manera de poder aportar algo y que el mundo entero pudiera conocer mejor esta realidad”, explica Rovira. Era el año 2016, director y actor estaban en pleno rodaje de 100 metros, su anterior película juntos.
"He sido muy feliz en cada escena"
La complejidad del tema supuso un amplio trabajo de investigación que se prolongó durante varios meses en los que el director viajó en diversas ocasiones a Lesbos y trabajó codo con codo con el equipo de Open Arms y con personas refugiadas. También sufrieron el parón producido por la pandemia, aunque aquello le dio más margen a Dani Rovira, que por entonces se estaba enfrentando a un cáncer. “Realmente si no es por la pandemia no hubiera hecho esta película, las fechas se pospusieron por la pandemia y yo pude llegar a la fecha de rodaje en unas condiciones mínimas”, cuenta Rovira.
Aun así, para el actor rodar Mediterráneo fue toda una oportunidad y algo muy importante en su carrera. “Después de 6 meses de confinamiento y enfermedad, poder salir a la calle e ir a rodar a Grecia ha sido increíble para mí. Es verdad que ha sido una película muy difícil de rodar, pero he sido muy feliz en cada escena”, dice agradecido.
"Fui muy inseguro al rodaje"
Confiesa que al rodaje llegó cargado de muchas inseguridades. “Llevaba mucho tiempo sin trabajar en una película y regresaba a una rodeado de un elenco increíble”, cuenta. Entre ellos, Eduard Fernández, que da vida a Oscar Camps; Anna Castillo, que interpreta a su hija, Esther Camps; y Sergy López. “Ellos me han hecho ser mejor actor”, asegura Rovira.
La película ha contado además con la participación de un millar de figurantes que vivieron esta realidad en primera persona. Refugiados en campos de Grecia que se sumaron a la película con el deseo de contar su propia historia, la traumática experiencia de navegar a la deriva jugándote la vida con la incertidumbre de mirar a un futuro mejor. “Eran ellos los que querían ser parte de su propia historia”, destacaba el director en la rueda de prensa que celebraron en el San Sebastián.
Mediterráneo llega a los cines este 1 de octubre para contarnos una historia de superación, que huye de ideas panfletarias o políticas, para ahondar en lo único que importan: las vidas humanas. “La película demuestra como dos personas de a pie pueden hacer muchos. Todo el mundo puede aportar su granito de arena: desde embarcarte en una de sus actividades, a ser socio o a apoyarles desde lejos. No queda otra que posicionarse, decidir en qué lado de la historia queremos estar”, concluye Dani Rovira.