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Furia española (1975)

La película que "acabó" con Franco: esperpento, fútbol, política y sexo

Historias de Nuestro Cine
  • Historia de nuestro cine dedica su sesión doble a Francesc Betriú y José Luis García Sánchez

  • Furia española (1975) y La corte de faraón (1985), a partir de las 22.00h en La 2

  • Descubre la historia de una de las películas que más duramente experimentó la censura

RAQUEL ELICES
6 min.

Hay películas que fascinan por su atrevimiento. Furia española, la película que Francesc Betriú dirigió en 1975, es una de ellas. Una comedia negra irreverente y provocadora que se enfrentó a la censura franquista con audacia kamikaze. La historia mezclaba sexo, fútbol, política y crítica social. Un cóctel variadito con aire de esperpento que se estrenó en cines en una España que respiraba aires de cambio, pero que aún arrastraba los lastres del viejo régimen.

Sarcástica, grotesca y letalFuria española cuenta la historia de un forofo del Barça capaz de paralizarlo todo cuando su equipo juega, incluso su propia boda. Revestida de sátira al mundo del fútbol,  Betriú plantea, en realidad, otras cuestiones que meten el dedo (y lo remueven) en la sociedad española del momento. “En el centro de todo hay una pasión por el fútbol, una pasión que se plantea aparentemente inofensiva, pero que termina demostrando que no lo es y que hace que todo el mundo pierda la cabeza”, explica el historiador y crítico de cine Luis G. Parés en Historia de nuestro cine. “Betriú compara la pasión por el fútbol con la alienación social, emocional e incluso sexual”, añade.

Historia de nuestro cine - Furia española (presentación) - ver ahora

Intentar presentar esta película, tan llena de sexo y escenas de bajos fondos, resultó complicado en la España franquista del momento.  La cinta batió todos los récords en lo que a cortes de censura se refiere, su guion fue prohibido dos veces y su estreno se retrasó un par de años. La cinta, de hecho, forma parte de una trilogía en la que Betriú no dejó títere con cabeza y en las que también se encuentran Corazón solitario (1973) y La vida andaluza (1977). Según el propio Betriu, las notas comunes de las tres películas eran: “la visión deformada de la realidad y el cuidado de unos segundos términos que pueden permitir una segunda lectura o ir en contra del discurso aparente de la película”, cuenta en una entrevista recuperada del Archivo de RTVE.

Fotograma 'Furia española' (1975)

Hasta el esperpento y más allá

Para Luis G. Parés, Betriú es uno de los directores españoles que más lejos ha llevado la etiqueta cultural del esperpento y el humor negro. “En el cine español de los años 70 hay una recuperación del esperpento en clave política”, cuenta. Ejemplo de ello son cintas como Las truchas (1978), de José Luis García Sánchez y que en Furia española trabaja como guionista. “Pero mientras Las truchas sí tenía un componente caricaturesco amable, en Furia española no es así, aquí no se salva nadie, es una crítica grotesca a una sociedad alienada”, añade.

La cinta es coral, pero sobre todos los personajes destacan los interpretados por Cassen y Mónica Randall. La popularidad de Cassen venía de lejos, descubierto por Berlanga en Plácido (1961). En Furia española desarrolla más ese papel cómico que comenzó con Berlanga y continuó con Atraco a las tres (1962), pero que no había tenido oportunidad de explorar más hasta llegar a la película de Betriú. “Aquí se vuelve a recuperar al gran Cassen, ese hombre vitriólico y alocado”, cuenta G. Parés.

Por su parte, Monica Randall se presenta aquí en un papel que ya había interpretado otras veces, el de liberada mujer fatal. “Ella demuestra que esta película es la otra cara del landismo, ella es una mujer deseable, que desea al hombre, pero que no es capaz de salvar la situación”.

La otra cara del landismo

Para el crítico de cine, Furia española es la otra cara del landismo y de la tercera vía. “No hay que olvidar que en el centro de esta película también está el tema de la represión sexual”, explica. En el landismo, esa figura del español que no acaba de satisfacerse se muestra de un modo amable, los personajes acaban recibiendo una recompensa por su astucia o compasión. “Aquí, sin embargo, no se salva nadie, todo es grotesco e insalubre y lo que hace Betriú es mostrarnos lo enfermiza que era la educación sexual y emocional, lo difícil que era relacionarse con el otro en esa España del posfranquismo”, concluye G. Parés.

La cinta también plasma un interesante retrato de la Barcelona de los años 70. Betriú muestra cómo era la capital más popular de los barrios de la rivera y de lo que entonces se conocía como el barrio chino. Pero el director alicantino no lo cuenta enseñando simplemente las calles, sino su “ecosistema humano” con las personas que lo vivía, seres alocados que son capaces de interrumpirlo todo cuando juega en Barça, cuenta G. Parés.

Más allá de los actores, Betriú también saca en plano a personajes reales y populares de la Barcelona de aquella época: la tabaquera, el barrendero, personas reales y conocidas en las calles de la ciudad. El aire melancólico de las calles, el baton rouge, la gente, expresan perfectamente el ambiente que persigue el autor, el aire decadente y complejo de aquel mundo.

Cartel 'Furia española' (1975)

Salvar la censura

Para poder salvar el filme, el guionista, García Sánchez, escribió un texto que no tenía nada que ver con el original. Esa fue la artimaña para conseguir que la película fuese aprobada y que permitió que después Betriú rodase el guion prohibido. Sin embargo, cuando la censura vio la película definitiva, decidió prohibir el estreno nuevamente.

La salvó el Festival de Cannes y un escrito de protesta, firmado por 33 críticos de cine de Madrid y de Barcelona, que se publicó en los periódicos y desató el escándalo. Cuentan que Franco, informado de esto, pidió ver la película. Su reacción no se conoce, pero se sabe que esta fue la última película que el dictador vio antes de morir. “Betriú bromea diciendo que fue la película que acabó con Franco”, cuenta G. Parés.

Finalmente, la película salió a la luz y Furia española fue estrenada el 11 de julio de 1975 en el cine Olympia de Valencia, con amenaza de bomba incluida por parte de la ultraderecha. La cinta podrá verse este viernes, 17 de septiembre, en una sesión doble de Historia de nuestro cine en la que también se podrá ver La corte de faraón (1985), de José Luis García Sánchez. En La 2, a partir de las 22.00h. También disponible en RTVE Play.

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