El nombre de Simone Biles ya era historia olímpica, pero Tokyo 2020 ha marcado un antes y un después. La gimnasta que hizo historia con sus medallas para Estados Unidos la ha hecho, también, con el gesto de su retirada para preservar su salud física y mental. Ha recibido el apoyo de los más grandes, desde Pau Gasol hasta Pau GasolRafa Nadal, y ha despertado una conversación muy importante sobre la presión en el mundo del deporte de élite. Pero, sobre todo, ha conseguido superar una de las semanas más difíciles de su vida.
Ahora, por fin, la gimnasta ya está donde quería estar: en Estados Unidos, en su casa de Houston, Texas, rodeada de los suyos, sus pilares fundamentales. En su cuenta de Instagram, Biles ha compartido las emotivas imágenes del reencuentro con ellos en el aeropuerto. "Houston, ya estoy en casa", escribe emocionada. "Gracias por aseguraros de que no tenía que esperar ni un minuto más para ver a mi familia".
Simone Biles se reencuentra con su familia
Unos abrazos especialmente dulces dada la tragedia que sacudía el seno de su familia hace tan solo unos días. Mientras todo el mundo hablaba de ella, apoyando o criticando su decisión de retirarse de las finales de gimnasia por equipos, individual, salto y barras asimétricas tras experimentar problemas emocionales y problemas importantes de equilibrio, ella lidiaba con algo más importante: la muerte de su tía paterna mientras Simone estaba en Tokyo 2020. Pese a todo, la joven a la que algunos acusaban de acobardarse, volvió a la competición y obtuvo el bronce en la final de barra de equilibrio.
Según su entrenadora, Cecile Canqueteau-Landi, las palabras de Simone tras hablar por teléfono con sus padres fueron: "No hay nada que yo pueda hacer desde aquí. Así que voy a terminar mi semana y cuando llegue a casa lidiaré con todo". A eso se dirige ahora la joven gimnasta, que ha demostrado una enorme madurez en el transcurso de unos días que se le han hecho muy largos a todo su equipo. "Dios mío, necesito que se acabe ya esta semana", pensaba su entrenadora, pero finalmente Biles le ha hecho frente a todo.
La complicada historia familiar de Simone Biles
La gimnasta siente mucho arraigo hacia los suyos: tiene un fuerte vínculo con sus hermanos, con la familia que la ha criado y, también, con su novio, el futbolista Jonathan Owens. Pero su historia tampoco fue fácil. Ella y su hermana, Adria, fueron criados por su abuelo Ron y su abuela Nellie, debido a los problemas de abuso de sustancias que su madre padeció hasta el año 2007. Ron y Nellie eventualmente adoptaron a Simone, y son a quien ellos se refiere como "mamá y papá". Nellie siempre ha sido una fuente fundamental de apoyo para Biles en el mundo de la gimnasia competitiva. "Me anima y nunca deja que me sienta mal por nada durante mucho tiempo", dijo ella a CNN.
Eso sí, mantiene relación con su madre biológica, Shanon Biles, que ha conseguido conservar su sobriedad y trabaja como cuidadora. "Fue difícil dar a mis hijos, pero hice lo que tenía que hacer. No era capaz de cuidar de ellos", dijo Shanon en una entrevista. "Todavía me drogaba, y mi padre no quería que entrase y saliese de su vida cuando no me encontraba bien". Ahora habla regularmente con su hija, aunque sus conversaciones son cortas: "Cuando hablo con Simone es una conversación corta, como 'Te echo de menos, te quiero, tengo muchas ganas de verte, estoy orgullosa de ti, te estoy viendo, tú puedes".