Tardó meses en reconocer su enfermedad, pero ahora está dispuesto a contarlo todo. Val Kilmer confesó en 2017 que padecía cáncer de garganta, una etapa de su vida de la que ahora seremos testigos gracias a este documental autobiográfico, VAL. Hablará de la operación y del posterior tratamiento de quimioterapia y radioterapia, que le dejó un tuvo de traqueotomía que le impide hablar con normalidad. "Ahora que tengo dificultades para expresarme, quiero contar mi historia más que nunca", admite el intérprete en su cinta, que mezcla recuerdos del pasado con el presente. Material inédito donde veremos al actor abrirse en canal por primera vez a sus 61 años. Será a partir del 6 de agosto cuando esté disponible en la plataforma de streaming Amazon Prime Video.
Este miércoles se ha estrenado el documental en el Festival de Cannes. En la alfombra roja han estado los hijos de la estrella de Top Gun, Jack y Mercedes Kilmer, que además son coproductores y dos de los protagonistas también, ya que la cinta muestra desde cómo conoció a la madre de estos, la también actriz Joanne Whalley, hasta su divorcio. Acompañándoles, han estado los directores TIng Poo y Leo Scott. "La película responde a la pregunta de muchos cinéfilos de por qué ha dejado de hacer cine. Aporta una respuesta fuerte y emocionante. Es un filme sobre el cine y la familia", asegura el delegado general del festival, Thierry Frémaux, tras su proyección.
Jack Kilmer y Mercedes Kilmer en el Festival de Cannes GTRES
Todavía adolescente, Kilmer fue aceptado en la reputada escuela artística Juilliard de Nueva York. Él, que siempre había querido ser actor, se ve a sí mismo como alguien "sensible e inteligente, con alma de payaso". El documental se apoya en las numerosas cintas de vídeo que Val Kilmer grababa de pequeño con su familia y que luego hizo en sus rodajes. Testimonios del despertar de su carrera cinematográfica, que también tuvo entre sus hitos el biopic de Jim Morrison, The Doors (1991), o Batman forever (1995). El público todavía asocia su imagen pública a esos filmes con los que se hizo famoso y a él no le importa beneficiarse económicamente de esa nostalgia. "Para mucha gente vender fotos de cuando hacías Batman es tocar fondo, pero me permite encontrarme con mis fans. No me siento humillado", dice el actor.
Val Kilmer admite que aunque el tubo de traqueotomía es lo primero que se percibe de él en la actualidad y le hace tener aspecto de enfermo terminal, no cree en la muerte y está convencido de que la enfermedad le ha cerrado puertas. VAL muestra también que está dispuesto a endeudarse para sacar adelante proyectos en los que cree, como la obra teatral Citizen Twain.