“Bailando con mi gente, que bien se siente…”. Así suena Lucía Fernanda, hija de Antonio Carmona y Mariola Orellana, que decide aprovechar la herencia flamenca de su padre y estrenarse en el mundo de la música con un álbum titulado "Yelem".
Lo que pretende Lucía es “que la gente tenga un poquito de alegría, de frescura”, asegura. “Que se baile con su gente, dentro de las restricciones, que todavía tenemos que tener mucho cuidado", añade.
Su música bebe de muchas inspiraciones, como El Pescaílla o el grupo de su padre, Ketama
Al igual que hizo su padre, Lucía Fernanda ha venido pisando fuerte. “Yelem” es su debut, donde lo tradicional y lo moderno se mezclan. No esconde sus inspiraciones: El Pescaílla, marido de Lola Flores, es una de ellas: ““Esa manera suya de cantar con la guitarra en volandas que ya no existe… Eso nadie lo hace, nadie puede hacerlo, nadie lo consigue”, cita.
Pero no es el único artista en quien la recién aterrizada en el mundo de la música, se ha fijado, también ha bebido de los estilos de Ketama, Rosario Flores o La Mala Rodríguez… entre muchos otros: “Ketama, Rosario, La Mala… Eso a mí siempre me ha inspirado mucho, el hecho de fusionar los sonidos, las palmas, los cajones… con lo que quieras”, confiesa.
Lucía mezcla el flamenco con el hip hop urbano y el reguetón. Muchos la comparan con Rosalía por esa fusión y, a pesar de que admira el arte de la catalana, no cree que sean estilos similares: “Aunque ella lo hace súper distinto a lo que yo hago… yo creo que al ver unas palmas y eso ya dicen: Rosalía. Pero bueno al fin y al cabo señores es nuestro sello, es de dónde venimos… es de dónde venimos, nos guste o no.”
¿Quién manda más en casa Mariola Orellana o Antonio Carmona?
Entre Lucía Fernanda y su hermana mayor, Marina Carmona, hay mucho respeto y admiración. Es difícil olvidar de dónde viene, rodeada de artistas del flamenco: desde su abuelo, Juan Habichuela, hasta su hermana, Marina Carmona: “Es puro sentimiento lo que tiene mi hermana en la voz y nos admiramos mucho. Nos decimos mucho las verdades. Esto me gusta, esto no…”.
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Parece que de puertas ha dentro de su casa, Mariola Orellana es la estricta y la que pone orden, mientras Antonio Carmona, el cariñoso. Así lo confiesa Lucía Fernanda: “Mi madre es la estricta, sí, sí. Totalmente. Y después está nuestro padre que es el que nos mima. Yo creo que en casi todas las casas pasa eso, uno es el que mima y el otro es el que va con la vara.”
Sea como sea, a Lucía Fernanda el apellido Carmona y el buen rollo le vienen de casta, por eso se ha convertido en la nueva voz del flamenco.