Cuando Juan Diego Botto estaba documentándose para escribir Una noche sin luna, pensaba hacer un recital en un principio: “Iba a coger poemas y monólogos de Federico García Lorca, pero cuando estaba buscando todo el material empecé a leer distintas biografías y encontré que había en su vida como una serie de ecos que resonaban en nuestra actualidad. Había algo en su pasado, en las cosas que él vivió que podían despejar nuestro presente”, ha contado el actor que también protagoniza esta obra en De pe a pa.
Esta pieza no quería que fuera “un ejercicio arqueológico” y añade que quería que “estuviera viva”. Pensaba que “merecía la pena hacer una pieza original, no tanto sobre su obra que es muy conocida, sino sobre su vida” que, según Botto, “no conocemos tanto”. Por ejemplo, las “decisiones que Lorca fue tomando. Ese compromiso que él fue adquiriendo estético, ético, político y social, sobre todo en los últimos años. De alguna manera podía servir para entender nuestro presente. Creo que mirar atrás tiene sentido cuando ese atrás al que miras dialoga con nuestra actualidad”.
El texto que ahora se representa tardó casi tres años en escribirse hasta transformarse en el monólogo actual: “Juan quería dos actores, una banda de música”, ha señalado Sergio Peris-Mencheta, el director de esta obra. “Cuando me lo contaba yo lo veía como un monólogo”, le envío el texto en diferentes versiones y seguía viendo que era únicamente para un actor. “Había mucha documentación que hacer. Hilvanar todas esas anécdotas de la vida de Lorca con algunas que son un poco más inventadas, que tenga interés, que tenga sentido del humor y que emocione me llevó un rato”, añadía Botto. Finalmente el actor claudicó ante la propuesta del director: “Estaba claro que tenía razón”.
Los ensayos
Una noche sin luna “se ha generado mucho en los ensayos” y “es lo que es gracias a un proceso de ensayos con mucho amor”, contaba Peris-Mencheta. Hasta el último momento, en la distancia y por mensajes de voz de Whatsapp estuvo mandándole indicaciones. Botto amaneció el día del estreno con 165 audios del director en la aplicación de mensajería instantánea, tras ver el video del ensayo general en Los Ángeles donde estaba residiendo. Pensaba que había sido desastroso ante tal aluvión, pero las notas estaban llenas de palabras como “increíble”, “bonito” o “maravilloso”, ha confesado Peris-Mencheta. El actor ha recordado el “nivel de especificidad” y la “obsesión” de los mensajes: “Cuando tienes la mano al final encima de la cabeza que no esté tan encima, que esté entre la boca y la oreja”.
Tener memoria
A Juan Diego Botto le empujó escribirla “pensar cuántas cosas mejoraríamos si conociéramos mejor nuestro pasado, si fuéramos capaces de ver las señales que ya sucedieron” y añade que “la capacidad para sanar ciertas heridas reside en la capacidad de conocer la historia y tener memoria”. En este sentido considera que “Lorca fue un ser excepcional”, “el mejor poeta que tuvimos en el siglo XX” y “quizá el mejor dramaturgo tuvimos en el siglo XX y uno de los mayores genios del teatro europeo de su época”. En cambio “es una de las decenas de miles de personas que siguen abandonadas en las cunetas de nuestro país y que permiten que un montón de gente no haya podido abrazar a sus seres queridos. Restañar esa herida creo que es un acto fundacional para poder sanar nuestro país”.