“Si tú tienes una pérdida de audición o visual, ponemos un audífono o gafas y el paciente intenta recuperar ese sentido, pero a nivel del olfato no hay ningún aparato que te vuelva a recuperar el sentido del olfato.”
Adriana Izquierdo, Coordinadora de la Unidad de Olfato del Consorcio Sanitari de Terrasa
Muchas personas están perdiendo el olfato a causa de la COVID-19 y esto hace que de repente prestemos más atención a este sentido. El olfato es nuestro sentido más primario y también el más olvidado. Nuestra nariz es capaz de detectar hasta un billón de olores distintos, sin embargo no tenemos vocabulario para definirlos. Exploraremos este mundo de aromas invisibles viendo primero cómo los percibe nuestra nariz y cómo los procesa el cerebro: el olfato tiene una asombrosa capacidad de evocar recuerdos, con una vivacidad que ningún otro sentido tiene. Visitaremos una de las primeras unidades hospitalarias creadas para atender a los que han perdido el olfato tras padecer COVID-19. También nos adentraremos en un laboratorio donde se crean perfumes de todo tipo, y descubriremos por qué el olfato está cobrando cada vez más importancia en el marketing.
“el olfato tiene una asombrosa capacidad de evocar recuerdos, con una vivacidad que ningún otro sentido tiene“
Finalmente veremos que nuestra nariz tiene límites, comparada con animales como Blat, un perro entrenado para detectar el cáncer de pulmón en estadio temprano.
¿Olemos mejor que un elefante?
Tras haber explorado nuestra percepción del dolor, en este episodio ponemos el foco en un sentido al cual no le prestamos mucha atención, pese a que una parte significativa de nuestra biología está vinculada al sentido del olfato. Por ejemplo, aproximadamente del 3-5% de nuestro genoma está vinculado con este sentido. Además, tenemos casi 400 genes que codifican cada uno para un odorante específico (un odorante es una molécula asociada a un olor concreto). Y con estas cifras, ¿qué tal sentido del olfato tenemos?
Pues la verdad es que comparados con otros mamíferos quedamos bastante por detrás. Tenemos casi 400 receptores olfativos, frente a las aproximadamente 1.200 que tiene un perro (de allí que sean famosos por su olfato) y curiosamente los ratones también tienen una cantidad similar. Sin embargo, todos estos animales se quedan muy por detrás del elefante, que es el animal que más receptores tiene: más de 2.000.
Y es que somos un animal que aparentemente hemos priorizado mucho el sentido de la vista frente a otros sentidos como el olfato. Sin embargo, los expertos señalan que también nos hemos desvinculado mucho del olfato y que esto ha empeorado nuestra ya de por sí limitada capacidad olfativa, así que actualmente el entrenamiento olfativo se plantea como una opción para mejorar estas capacidades aunque, eso sí, llegar al nivel de animales como un elefante o un perro siempre nos va a ser fisiológicamente inalcanzable.
En este capítulo veremos el potencial para el diagnóstico clínico que tiene el olfato canino
* El programa el Cazador de Cerebros se emite los lunes a las 20:00 en La 2 y a las 20:40h en Catalunya. Aquí puedes ver todos los programas completos.