“La luz tarda en llegar desde el Sol hasta la Tierra unos ocho minutos. Para recorrer la parte del universo que podemos observar tardaríamos 13.000 millones de años”
Rafael Rebolo, Director del Instituto Astrofísico de Canarias (IAC)
¿Cuán grande es el universo? ¿Cómo se originó el Big Bang? ¿Podría ser el universo apenas un integrante más en un multiverso? ¿Cuántas galaxias existen? ¿Qué es la materia oscura y cómo la detectamos si no podemos verla? Y yendo más cerca de casa, ¿cómo es posible que la capa que rodea el sol sea más caliente que su superficie? ¿Las tormentas solares pueden suponer una amenaza para la tecnología moderna?
“el Sol emite cada segundo al espacio más energía de la que hemos consumido los humanos en toda nuestra historia“
¿Y los asteroides, son tan peligrosos como en las películas de Hollywood? ¿El secreto para el origen de la vida y del agua de nuestro planeta está en el espacio interplanetario? Si te pasas las noches en vela preguntándote sobre los misterios del universo, eres de los nuestros. Por eso, te invitamos a que nos acompañes al Instituto Astrofísico de Canarias y al Instituto de Ciencias del Espacio del CSIC porque, aunque no podamos solucionar todas tus dudas, te prometemos un viaje fascinante con algunos de los cerebros que mejor conocen el cosmos.
¿Cómo se forman las auroras boreales?
Después de haber visitado las profundidades de nuestro planeta, en este capítulo nos vamos al espacio. Uno de los temas centrales será el Sol, que emite cada segundo al espacio más energía de la que hemos consumido los humanos en toda nuestra historia. Parte de toda esa energía es emitida en forma de “viento solar”, el cual está compuesto por partículas altamente energéticas.
Este viento sale del Sol en todas direcciones, y una parte llega hasta nuestro planeta, donde el campo magnético terrestre desvía su llegada hacia los polos, creando auroras boreales al chocar estas partículas altamente energéticas con la atmósfera. Así que estas auroras son literalmente parte de la energía solar interactuando en áreas concretas de nuestra atmósfera gracias a la influencia del campo magnético terrestre.
Y es importante destacar que la protección que nos da la atmósfera frente a los vientos solares evita que ni la vida ni el funcionamiento de determinadas estructuras electrónicas se vean afectadas por el Sol. Eso sí, a veces se producen Tormentas Solares en las cuales el astro emite gran cantidad de partículas que pueden llegar a la superficie, y potencialmente podrían afectar a infraestructuras tecnológicas y satélites.
Los vientos solares influyen en la aparición de auroras boreales