Jacobo Delgado, el guionista decano de Cuéntame cómo pasó que lleva escribiendo sobre Antonio Alcántara desde 2002, ha querido rendir homenaje al que es una de las mejores creaciones de la ficción española, con unas bonitas y emotivas palabras.
Delgado y todas las cabezas pensantes que han escrito sobre esta maravillosa producción y sobre este gruñón, pero bondadoso padre de familia, despiden a un personaje que no hubiera sido posible "sin el talento de Imanol Arias", como reconoce el guionista.
Jacobo Delgado, Ignacio del Moral, Joaquín Oristrell y Sonia Sánchez Irene Meritxell
Antonio Alcántara ha muerto, viva Antonio Alcántara
Decimos los guionistas que los personajes de una pieza son, además de inverosímiles, aburridos. Antonio Alcántara es justo lo contrario. Tiene tantas vidas como aristas su carácter. Amantísimo esposo y cabrón con pintas. Padre autoritario y amigo de sus hijos. Íntegro casi siempre, caradura a ratos. Idealista y terrenal. Soñador y realista. “España y yo somos así, señora”, dejó escrito el maestro Marquina. Antonio no es España, es el padre de España. Todos los padres de España caben en Antonio Alcántara. Los adorables y los odiosos, los luminosos y los oscuros, los sabios y los ignorantes.
Como tantos padres de su generación, Antonio es un hombre hecho a sí mismo. Igual que la España que le tocó vivir, un país que se ha tenido que hacer a sí mismo tantas veces que todavía hoy lo sigue haciendo. A Antonio le mataron al padre en la guerra, luego hizo la mili en África, emigró a la capital con una mano delante y otra detrás, sacó adelante a su familia a base de esfuerzo y de agachar la cabeza, y tanto prosperó que aprendió a levantarla. Ha sido jornalero, ordenanza, oficial de imprenta, empresario de artes gráficas, editor, dueño de una agencia de viajes, viticultor y hasta político. Antonio ha estado en todas y el final de su vida ha estado a la altura. El coronavirus le dejó hecho trizas, su corazón cansado hizo el resto.
En todos estos años han hecho falta muchas cabezas para pensar a Antonio Alcántara, pero solo una para interpretarlo. Sin el talento de Imanol Arias, ni Antonio ni Cuéntame habrían sido posibles. Ni lo seguirían siendo. Porque el Antonio que ha muerto es el del año 2021. El otro, el de toda la vida, se llega por 1993 y tiene casi tres décadas por delante para seguir dando guerra, quién sabe, en sus pantallas.
Pocos días después de que mis compañeras Yolanda García Serrano y Laura León Varea entregaran el guion de la muerte de Antonio a Joaquín Oristrell, coordinador de la serie, mi teléfono sonó de madrugada. Mi padre había muerto. Una desgracia, y también una secuencia lógica de su edad, de sus achaques y de la vida. Eso es lo que hace Cuéntame, contar nuestra vida, la de todos. A diferencia de Alcántara, mi padre no podrá volver a 1993. Pero gracias a Alcántara, cada vez que le escriba una línea al padre de todos estaré recordando un trocito del mío. Te quiero, papá.
Cuéntame hace historia con la muerte de uno de los imprescindibles de la serie, Antonio Alcántara, en su veinte aniversario. Pero podemos respirar tranquilos, pues como dice Delgado "el de toda la vida, se llega por el 1993, y tiene casi tres décadas por delante para seguir dando guerra".
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