En su última semana de emisión, Dos Vidas viene cargada de emoción. En África, Carmen se ve acorralada por el compromiso de formalizar la relación con Víctor Vélez de Guevara y Patricia comienza a espiar a Carmen. Y en Madrid, Julia recibe una gran noticia, una entrevista para una revista de muebles muy prestigiosa. Pero no es oro todo lo que reluce ya que el reportero termina acosando a Julia.
Una entrevista amarga
No podría empezar mejor esta semana con la noticia de que Julia, por sus propios medios, ha conseguido cerrar una entrevista con una de las revistas más prestigiosas de muebles de España. Todos en el taller se alegran de esta oportunidad salvo Diana, la cual piensa que es muy precipitado ya que todavía no gozan de una infraestructura sólida. Unas palabras muy duras para Julia pero que en el fondo todos sabemos que tiene parte de razón.
Y así pasan los días con muchos nervios e ilusión hasta el día esperado. En la entrevista Julia se desenvuelve con soltura y cuenta cómo consiguió abrir el taller y cómo está estrechamente vinculada con su abuela Carmen a la hora de crear sus diseños. Pero lo bueno tarda poco en desaparecer ya que el entrevistador, con palabras y frases confusas deja caer que si no tiene una velada íntima con él la entrevista jamás saldrá a la luz. Julia, sin llegar a creer lo que ve se llena de una fuerza arrolladora y echa de su casa al reportero.
Pero las emociones fuertes no acaban aquí ya que en un ataque de nervios Julia termina con Sergio en la habitación del hotel. Sergio recién salido de la ducha le roba un beso a Julia, la cual acepta gustosa.
Compromisos en Río Muni
Tras muchos tira y afloja de ambas familias, Carmen, ha tomado una decisión final con respecto a Víctor. Y es que tanto Ventura como su padre Francisco se han dejado llevar y han tensado demasiado la cuerda con sus charlas paternales recomendando el compromiso.
El momento de la de la decisión final de Carmen ha sido muy duro y emotivo. Ya que hemos podido ver el lado más vulnerable de Víctor. Sobre todo, después de haberle visto crecer tanto tras cuidar a Carmen desde el fallecimiento de la tata Agustina. Y es que, para él, el compromiso con Carmen no es ninguna tontería. Ya que no solo está enamorado, sino que la estima de su padre depende de ello.
Para reacciones desmesuradas de este acontecimiento está la secuencia en la que Patricia y Francisco se enteran de la ruptura del compromiso de Carmen. En ella podemos ver a un Francisco colérico que arremete contra Carmen con toda su ira. Es raro verlo, pero Patricia ante esta situación es la que protege a Carmen.
No tarda mucho Patricia en volver a las andadas ya que, aprovechando que en casa trabaja la hermana de la sirvienta encarcelada, la presiona para que espíe a Carmen. Así que tendrán que andarse con cuidado Carmen y Kiros si quieren seguir flirteando entre ellos.
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