Todos hemos sufrido mucho en este último año debido al COVID-19. Hemos perdido a miembros importantes de nuestra vida y momentos que nunca volverán, trabajos que siguen esperándonos y sueños que hemos tenido que dejar por el camino. Eso es lo que le ha pasado a Macarena, una de las primeras concursantes de 'The Dancer'.
Macarena, el reflejo del mundo de la cultura
El mundo de la cultura es uno de los más afectados por la crisis del COVID-19, los efectos son más que evidentes: salas de teatro cerradas durante meses, conciertos con aforos limitados, cines casi vacíos... Macarena ha estado en las audiciones de 'The Dancer' y ha explicado su situación con mucha pena. La bailarina tuvo que volver de la capital a su ciudad natal para vivir con sus padres. Volvía con muchos proyectos cancelados y las ilusiones apagadas, en 'The Dancer' puede haber encontrado la solución a esos problemas.
Sandra e Ilya, la esperanza del amor
La historia de Sandra e Ilya es muy diferente, ellos eran amigos desde hacía tiempo, pero por casualidades del destino Ilya estaba en casa de Sandra cuando se anunció el estado de alarma y el confinamiento en nuestro país. En ese momento decidieron que Ilya se quedaría en su casa durante esos meses, los mismos en los que surgió el amor entre ellos. Un año después se ven más felices que nunca: juntos y compartiendo su gran pasión por el baile.