Si algo sabe Dani Rovira es hacer buenos monólogos. Ahora está triunfando en Netflix con Odio, pero cada martes nos hace reír con uno de ellos en La noche D. El amor, el dinero, la felicidad, los placeres, han sido algunos de los temas que el humorista ha tratado en cada arranque de programa. ¿Te has perdido alguno? ¡Aquí tienes todos los monólogos del actor y participa en nuestro ranking votando por tus favoritos!
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El amor
En el primer programa de La noche D el amor fue el tema principal y sobre el que Dani hizo su monólogo, destacando que las labores de Cupido han ido evolucionando con el tiempo. "El amor existe desde tiempos remotos, desde la noche de los tiempos, lo que pasa es que últimamente las maneras de encontrarse los unos con los otros en cuanto al amor están cambiando mucho. Me explico. Ahora en pleno siglo XXI, una de cada tres parejas se conocen a través de Internet".
Si ha cambiado la forma de ligar, también lo hemos hecho nosotros a la hora de encontrar a nuestra media naranja. Dani Rovira cuenta que "somos muy exigentes, queremos que sean de la misma ciudad, que tengan los mismos gustos, el mismo color de pelo, que sea de tal equipo, de tal partido político", y lo compara con épocas anteriores: "Antes no. Yo le he preguntado a mi abuelo que lleva 60 años casado con mi abuela y lo único que tenían en común era el código postal".
Eso sí, a pesar de todo, nos anima a creer en el amor: "Pero, amigo, el amor en sí mismo es bueno. Quereos, quered a vuestra chica, a vuestro chico, a vuestros padres, a tu perro, a tu gato, a Iniesta, a Pierce Brosnan, a la gente de Mérdia, da lo mismo". ¡Mira el monólogo completo!
El dinero y la felicidad
Para la segunda semana, Dani arrancó con un monólogo en el que nos hacía ver a través de la risa si el dinero da o no la felicidad. "Son dos conceptos que siempre van asociados pero no siempre can juntos. Por mucho dinero que tengas no siempre llegas a alcanzar la felicidad".
Y es que como dice, hay una diferencia entre ser pobre y ser rico: "El rico no es pobre porque no quiere, y el pobre no es rico porque no puede". Para él, el secreto está en "aprender a ser feliz con lo que se tiene". "La felicidad, creo yo, no es solo que te pasen cosas buenas. Igual la felicidad también consiste en que no te pasen cosas malas. No dar las cosas por hecho, ni el aire que respiramos", ha continuado.
Por ejemplo, se refiere a cómo era nuestra vida antes de la llegada hace un año del coronavirus: "¿Os acordáis de cómo eran nuestras vidas antes de la pandemia? A ver si es que antes éramos felices y no nos estábamos dando cuenta, porque dábamos por hecho la normalidad".
Para terminar, Dani Rovira nos cuenta qué es para él la felicidad, y esta está en las pequeñas cosas: "Yo hasta hace muy poquito ¿mi felicidad sabéis cuál era? Que me volvieran a salir cejas, fíjate qué tontería". ¡Aquí tienes el monólogo completo!
La fama
¿Es lo mismo la fama y el éxito? ¿Son complementarios? ¿Y es algo bueno tener fama y éxito? Dani Rovira, en el tercer programa de La noche D, no estaba muy seguro de ello, y avisaba de la parte mala que tienen estos dos conceptos: "La fama y el éxito, muchas veces es como tener sexo en la orilla de la playa. Que a priori lo piensas y nos pone mucho, pero luego, en la práctica, en la realidad, es algo que no... O sea, te puedes llegar a ahogar. Incluso te puede llegar a destrozar por dentro".
Para Dani Rovira, "ser famoso, realmente, es una movida", sobre todo cuando los paran por la calle para pedirles fotos: "Ser famoso es como si tú andaras por la calle midiendo 2,30 metros ¿Qué pasa? Que todo el mundo te mira. Es inevitable que te paren para echarte una foto". Aunque bueno, todo eso con la pandemia y las mascarillas ha cambiado un poco. En cambio, en el caso de nuestro presentador, no pasa lo mismo: "En mi caso no te creas, porque yo uso mascarilla, pero es que yo tengo una nariz... claro, es muy reconocible".
Pero a pesar de las fotos y los seguidores, a Rovira le enternecen algunos fans que tienen: "A mí me gusta cuando me piden fotos en la calle gente que realmente te admira, porque se ponen nerviosos, me dan ternurita. Los que no me gustan son estos cazadores de Pokémon que lo mismo les da hacerse una foto con Miguel Ríos que con Aramís Fuster. Los que realmente te admiran te dicen cosas que son muy graciosas y me da mucha ternura. El típico que te ve y te dice: "Jo, Dani, soy tu ídolo. Me encanta".
¿Y dónde está realmente el éxito? Dani Rovira quiso homenajear en el final del programa a los héroes del coronavirus, pero para terminar su monólogo nos dio una clave para encontrarlo personalmente: "En los tiempos que corren, igual el éxito consiste en dormir tranquilo por la noche, en estar rodeado de buena gente. Porque si tú estás rodeado de buena gente es que eres buena gente. Ahí está el éxito. Y si fracasas algún día, porque todos fracasamos, que tengas ahí la cabeza alta de decir: "Joé, lo he hecho lo mejor que he podido". Y ya esta". ¡No te pierdas el vídeo!
El humor
Dani Rovira quiso acordarse de los grandes cómicos españoles como Chiquito de la Calzada, Gila, Eugenio y Tip y Coll. Pero estos cinco cómicos no fueron los únicos de los que se ha acordado el presentador en su monólogo, pues en él menciona una larga lista de humoristas, veteranos y noveles, que ya forman parte de nuestra historia. Pero no han sido las únicas personas de las que se acuerda.
"Su profesión es hacernos reír, pero ni son todos los que están ni están todos los que son. Porque en esa lista también estás tú, que nos ves desde casa, o desde una sala de cine, a través de un libro, al otro lado de la radio o en la butaca de un teatro. Tú, persona anónima que en tiempos difíciles cuelgas en la ventana de tu casa la bandera del sentido humor, porque en estos tiempos tan complicados, quienes vivimos con buen humor, no lo hacemos como si nada. Vivimos con buen humor pese a todo", dice al terminar el monólogo para agradecer a todo el público su incondicional apoyo. ¡Así fue el momento del cuarto episodio!
Los placeres
En el quinto programa de La noche D, Dani Rovira ha hecho en su monólogo un repaso por todos esos momentos que nos producen placer: "chupar la tapa de los yogures, que te pillen todos los semáforos en verde, ver series liado en una manta, tener un botijo, meter los pies en el mar, un buen lametazo, un alta médica, un rascarte donde te pica, un abrazo de gol, un viaje sin planificar, un te quiero inesperado, encontrarte 20 pavos en el bolsillo de las bermudas del verano pasado, que te devuelvan el mechero cuando lo prestas, ganarle al Trivial a tu cuñado". Como él dice, "entreguémonos a los placeres, regalemos placer, sean cuales sean los placeres. Mientras sean sanos, no pasa nada". ¡Disfruta del monólogo!
La primera vez
"En el momento en el que naces, absolutamente todo lo que haces es por primera vez: primer llanto, tu primer pipi, tus primeros pasos, tus primeras palabras, la primera vez que metes un dedo en el enchufe y seguramente la última". Este no ha sido el primer programa de La Noche D, pero sí el que han dedicado a las primeras veces. Dani Rovira, en su monólogo del sexto programa, como el primer amor: "Da igual la edad que sea, te vuelves lerdo". No podía faltar el primer beso: "Mi primer beso en la boca, realmente nadie se quejó. Bueno sí, se quejó el dueño de la tienda de ropa porque le empecé a babear el maniquí, pero en algún sitio tenía que practicar".
Y es que, como dice Dani Rovira en el monólogo, "nadie te explica nada". Él dice que no es como cuando te vas a sacar el carnet, "que tienes a una persona a tu derecha que te va explicando un poco cómo lo tienes que hacer. Imaginaros que eso se pudiera hacer también en cosas como el sexo".
Pero en el monólogo no todo es humor, y Dani Rovira ha querido ponerse tierno para acabarlo. "Las primeras veces tendríamos que recordarlas porque más allá de lo desastrosas o no que puedan ser, son bonitas, porque nunca tendremos una segunda oportunidad para hacer algo por primera vez. A no ser que nos empiece a fallar la memoria: mi abuelo, al perder la memoria pensaba que estrenaba zapatos todos los días, y cada día que veía a mi abuela se enamoraba de ella, según él, por primera vez".
Eso sí, ha cerrado el momento en bañador y con aletas porque quiere "que sea la primera vez que nos peguemos un verano de puta madre después de esta pandemia".
Los sueños y las metas
"No tires las cartas de amor, ellas no te abandonarán. El tiempo pasará, se borrará el deseo -esta flecha de sombra- y los sensuales rostros, bellos e inteligentes, se ocultarán en ti, al fondo de un espejo. Caerán los años. Te cansarán los libros. Descenderás aún más e, incluso, perderás la poesía. El ruido de ciudad en los cristales acabará por ser tu única música, y las cartas de amor que habrás guardado serán tu última literatura". Con este poema de Joan Margarit ha querido empezar Dani Rovira su monólogo del séptimo programadestacando que no empezó a ser reconocido como poeta hasta los 50 años. Y es que, como dice el humorista, "nunca es tarde" para conseguir un sueño.
"A veces tenemos sueños chiquititos, al alcance de nuestras manos. Por ejemplo, acabar una media maratón, aprender a dibujar, tocar la guitarra, masturbarse menos, y no precisamente en ese orden de dificultad". A estos son los sueños a los que se refiere con el tema del programa, a las metas que nos proponemos. Eso sí, nunca sabes cuándo se van a cumplir, y explica varios casos, como el que hay en el programa: "Antonio Resines, a sus 66 años, está viviendo uno de sus mejores momentos gracias a La noche D".
Un programa que ha dedicado a todos ellos, "a toda esa gente que batalla y lucha cada día por conseguir sus sueños". Pero también a él mismo, pues presentar La noche D ya es "un sueño hecho realidad".
La amistad
Antes que nada, Dani Rovira ha querido explicar a todos, qué es eso de tener colegas: "La amistad es una cosa muy sencilla que se inventó muchísimo antes de que se creara Facebook, lo digo esto para los milenials". Y es que ahora lo de ser amigos en la redes sociales ha quitado lo bonito a las amistades verdaderas.
Relacionándolo con la música, hay una canción de Roberto Carlos en la que quería tener un millón, y nuestro presentador se pregunta para qué, con la de problemas que puede traer eso: "Cualquier cosa que quieras organizar es un lío, tienes que quedar con ellos en la explanada de los Monegros. Imagínate que te casas, tienes que acabar como Lola Flores diciendo, "si me queréis irse", esto no es normal". Y es que un millón de amigos es tres veces la población de Alicante, vamos que como ha dicho "vas al súper y tardas 8 horas porque te tienes que ir parando con todo el mundo".
Por eso, Dani Rovira prefiere poder contar a sus amigos de verdad con los dedos de las dos manos, y nos da las claves para ser un buen amigo. "Un buen amigo se hace muy poquito a poco, a lo largo de los años. Yo al menos lo pienso así. Un buen amigo, es ese que lo sabe todo de ti y, a pesar de eso, quiere seguir siendo tu amigo. Es decir, el que se ha sentado conmigo a comer tofu con lechuga ese me tiene ganado para toda la vida. Un amigo o una amiga es el que te dice las cosas que no quieres escuchar, el que te avisa cuando tienes un moco o la bragueta bajada. Los amigos de verdad, los que se alegran de verdad", ha dicho en su relato.
Antes de terminar, Rovira ha querido recordar lo más importante de todo: "Lo bonito de los amigos es que tú los eliges, y si ellos también te eligen a ti eso es gloria bendita, eso es mejor que un match en Tinder". ¡Vivan los amigos!
La televisión
"La llegada del hombre a la Luna, Eurovisión, los Mundiales, las Olimpiadas, la caída del muro de Berlín, la primera regla de Bea de Verano Azul". La televisión nos ha hecho reunirnos enfrente de ella para vivir grandes momentos. De hecho, Dani Rovira no recuerda una vida sin tele: "Yo llevo viendo la tele prácticamente desde que tengo vista. De hecho, empecé a perderla por culpa de la tele". El presentador ha contado que su madre les decía que no se acercaran tanto a la tele, pero claro, cuatro hermanos, "en una salita de 3 metros cuadrados", era muy difícil.
Mucho ha evolucionado la televisión desde sus inicios, tanto físicamente como el contenido. También la forma de verla, pero Rovira en su monólogo nos tranquiliza: "Yo tengo muchos recuerdos de la tele, por ejemplo, merendando un trozo de pan con dos onzas de chocolate viendo Barrio Sésamo. Ahora dicen que los niños ven cosas raras en la tablet, que los dibujos de ahora no son buenas influencias. A ver, nosotros hemos llegado a normalizar a Espinete. Un erizo rosa de dos metros que andaba con niños y tampoco hemos crecido tan mal".
Eso sí, hay cosas que nunca le va a perdonar a la tele: "La muerte de Marcial, la muerte de Chanquete, la muerte de JR. Unos malos ratos, estabas todo el día de luto en casa. Menos mal que siempre nos ha compensado la inmortalidad de Jordi Hurtado".
"No podemos olvidarnos de Chicho Ibáñez Serrador", pero tampoco de series y programas que ha mencionado en el programa, y es que Dani Rovira estaría horas hablando de la tele que le crió. "Tengo que admitir que la televisión ha sido una más de mi familia, y parte de lo que soy, lo soy gracias a ella", ha terminado diciendo.
Las fiestas
Por eso, al inicio de esta fiesta ha felicitado a todo el equipo de La noche D por haber llegado al décimo programa: "No nos hemos quedado en el camino, y si eso no merece un fiestón que baje Quique San Francisco y que lo vea. Esto ha sucedido, a no ser que venga Resines a decirnos que todo ha sido un sueño. Pero realmente el sueño ha sido tenerle a él en el programa y a todos los colaboradores".
En el monólogo sobre las fiestas, Dani Rovira ha confesado no ser muy de fiestas, pero que con la pandemia las echa de menos: "Yo daría un dedo, meñique, del pie, de Perdomo, por un fiestón ahora mismo".
Tiene ganas de celebrar como antes de que llegara el virus, pues "ahora hay celebraciones, pero no es igual, a distancia, por vídeollamada, en 2D, sin una profundidad. Mucho alcohol, sí, pero en las manos", mientras sufre por su camisa hawaiana que llora "en el armario viendo como los chandals entran y salen y ella que lleva un año que no sale".
Antes de acabar su monólogo, ha querido tener un recuerdo para alguien muy especial: "Tengo muchas ganas de brindar por nuestros padres, por nuestros abuelos, por los que están y por los que se fueron. Por Enrique San Francisco, que yo creo que sigue entre nosotros". ¡No te pierdas el décimo y último monólogo de La noche D!