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¿Por qué tarda tanto en descomponerse el plástico?

Noticia   ¡Qué Animal! 
  • ¡Qué animal! Muestra en un experimento si es posible si una botella de agua que en lugar de contaminar incluso se pudiese beber

Judith Fernández - ¡Qué animal!
2 min.

¿Os imagináis una botella de agua que en lugar de contaminar incluso se pudiese comer?

¿Sabíais que el plástico se inventó con fines conservacionistas? La idea era encontrar un material que sustituyese el marfil. Su obtención provocaba la muerte de miles de elefantes para fabricar, por ejemplo, bolas de billar.

El petróleo que utilizamos para fabricar plástico se formó hace millones de años por la transformación de la materia orgánica

Como el plástico resultó ser mucho más resistente y estable, los humanos nos volvimos adictos a él. Hasta hoy: pasamos de producir poco más un millón de toneladas en 1950...¡a más de 350 millones en la actualidad!

Y de estos, la mitad son plásticos de un solo uso, con una vida útil muy breve pero que tardan siglos en degradarse. El petróleo que utilizamos para fabricar plástico se formó hace millones de años por la transformación de la materia orgánica.

Pero ¿por qué tarda tanto en descomponerse? Evelyn Segura, bióloga y presentadora del programa, nos mostrará lo que sucede a nivel atómico…

Uno de los plásticos más utilizados es el polipropileno.  Consiste en cadenas muy largas de átomos de carbono e hidrógeno. Para formar estos enlaces hace falta mucha energía. Se generan unas uniones muy resistentes, que luego las enzimas de bacterias y animales no pueden romper.

Pensemos en alternativas para reducir nuestro consumo de plástico: ¿Os imagináis una botella de agua que en lugar de contaminar incluso se pudiese beber? ¡Vamos a preparar envases de agua biodegradables y comestibles!

Evelyn necesitará agua potable, alginato de sodio, - que es un azúcar que se obtiene de las algas -, y lactato de sodio, - una sal de origen vegetal -, disuelto en agua. Y un poco de colorante alimentario para darle un toque de color.

Se mezcla el agua con el alginato y se le añade un poco de colorante. Y a reposar quince minutos. Después, con mucho cuidado Evelyn pone una pequeña cantidad dentro del lactato de sodio. Hay que esperar de nuevo hasta obtener las esferas ya formadas. ¡Esferas comestibles! Evelyn las ha probado y asegura que saben a...¡agua, claro!

El único problema es que son muy delicadas y no son útiles para almacenarlas. El ingenio humano encontrará algún día una solución. Es una cuestión de prioridades. ¡Y de mirar a largo plazo! Producir plástico es muy barato, pero hipoteca el medio ambiente de las generaciones futuras y la salud de las actuales.

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