Lorenzo Caprile nos atiende desde su templo de la costura en Tarde lo que tarde de RNE para hablarnos de mucha moda. Tiene como referentes a Charles James y a Coco Chanel y afirma odiar el término "diseñador". Prefiere que le definan como "modista" por ser el término que define perfectamente su profesión. Hoy nuestra compañera Tere Vilas se ha colado en su lugar de trabajo, en su taller personal para conocer todo esto y más sobre Lorenzo.
Haciéndonos eco de la actualidad, este mes de octubre se hacía viral uno de sus últimos vestidos de novia, el de Carlota de la Vega. Un diseño con mucho volumen y en contra de lo que las novias suelen demandar. Mangas globo y lleno de volúmenes que rompe con los cánones establecidos. El vestido que ha dado mucho que hablar y que a Lorenzo no le importa en absoluto "cuando ves que es un comentario justificado, razonado e inteligente, haces cosecha y te lo intentas aplicar y aprender. Pero cuando ves que son tonterías, pues entran por un oído y salen por el otro". En definitiva, el vestido nupcial más atrevido del año.
Sin embargo, el confinamiento, como a muchos sectores, le obligó a cerrar su taller de forma temporal "hicieron lo que pudieron. Nadie lo hubiera hecho ni mejor ni peor", así valora Lorenzo la gestión de la pandemia. Y en cuanto a su voluntariado en la Cruz Roja durante el confinamiento, nos responde así: "No soy ningún héroe. Lo hice por puro egoísmo personal, por ponerme el chalequillo de Cruz Roja y poder salir todos los días y tomar el aire, ver gente y charlar. Yo necesitaba hacer algo. [...] Cruz Roja me ayudó mucho más a mí en esos meses que fueron muy duros, que yo a Cruz Roja".
Y volviendo a la actualidad, a la moda y a las tendencias... Plataformas ¿sí o no? Riñoneras ¿imprescindible o imposible? Caprile, amante de los pantalones de campana, de los cordeles para sujetar las gafas y sorprendentemente... ¡de las plataformas! Aunque por las riñoneras, desde luego, no pasa "es muy cómoda, muy práctica, pero es de las cosas más antiestéticas que se han visto sobre la faz de la Tierra".
Él lo tiene claro. Vistas como vistas, lleves riñonera o plataformas "el estilo es conocerse a uno mismo. Que voy más alla, las personas que se conocen a sí mismas son personas muy inteligentes. El estilo es inteligencia". Una época de "postureo" que para Lorenzo Caprile ha hecho mucho daño a la sociedad y si algo hay que evitar por todos los medios es "fingir ser alguien que no eres". Aunque confiesa que tiene un complejo. O más bien, algo que le hubiera gustado tener: "una manos grandes, con las venas marcadas. Una mano un poquito más viril". Sin duda, fueran como fuesen sus manos, son las que han hecho que sus diseños se hayan convertido en auténticos bombazos, como el traje de novia de Cristina de Borbón, el famoso traje rojo de doña Leticia, los vestidos de Anne Igartiburu en las campanadas, y el más querido para Lorenzo, el de goyesca de doña Elena.
Lorenzo Caprile, un genio de la moda y uno de los auténticos Maestros de la costura de todos los tiempos.