Hace poco os contábamos los 10 mejores lugares para visitar en otoño por nuestro país o dónde poder disfrutar de los mejores amaneceres en España. Por lo tanto, por el Día del Turismo, ¡seguimos descubriéndoos lugares!
¿El verano te ha sabido a poco? ¿Eres de esas personas que no se quita el edredón ni en las estaciones más calurosas? Bueno, pues si te gusta que el termómetro siempre marque temperaturas cálidas y huyes del frío de otoño y del invierno… te contamos a qué lugares puedes salir corriendo sin necesidad de llevar un anorak en la maletasin necesidad de llevar un anorak en la maleta.
Canarias: ocho islas donde elegir
Las Islas Canarias son uno de los lugares en el cual pensamos cada vez que nos imaginamos calor o buen tiempo. Si bien es cierto que los mejores meses para disfrutar de estas islas son los más fríos en el resto de La Península, como otoño e invierno, puedes disfrutar de un clima y paisajes excepcionales durante todo el año.
Eso sí, dependiendo de la isla que elijas, te tocarán unas temperaturas u otras (algunas son más frías) y unos paisajes más verdes y llenos de bosques o, unas playas desérticas donde el salitre se impregnará a tu piel los 365 días del año.
La Palma, El Hierro, La Gomera y Tenerife, son aquellas en donde puedes encontrar un tiempo más húmedo y puede que un poquito más fresquito que en las otras cuatro: estas islas se caracterizan por unos bosques sin igual en donde la protagonista es la laurisilva. Este tipo de ecosistemas es casi único en el mundo: solo lo comparten con lugares como Madeira. Surgió hace más de 20 millones de años debido a las glaciaciones y sequías históricas, ha quedado reducido su espacio. Otro aspecto a destacar es la inmensidad de El Teide: el volcán más grande de España y el tercero del mundo desde su lecho volcánico en el océano.
Teleférico en El Teide, Tenerife
Gran Canaria, Fuerteventura, Lanzarote y La Graciosa son islas mucho más cálidas: las caracteriza su extensión desértica y sus kilómetros y kilómetros de dunas de arena junto a un océano Atlántico inmenso. Puedes no encontrar a gente en cientos de metros y se respira mucha paz. Sus aguas cristalinas harán que te quieras dar un chapuzón sí o sí.
Además, podemos destacar su particular gastronomía, conocida mundialmente: las papas arrugadas con el mojo verde o el mojo picón, la vieja a la plancha, el escaldón o la pella de gofio (uno salado y otro dulce), el conejo al salmorejo, el queso frito con mermelada de arándanos… ¡un sinfín de posibilidades nuevas para tu paladar!
Málaga: la Costa del Sol con algo de tropical
Con temperaturas medias que raramente bajan de los 20 grados (puede que en enero sean 17º), Málaga es otra apuesta segura si queremos huir del bajo cero y que nuestros dedos toquen la arena de la playa. Un lugar con una luz tan cálida y, donde su propio mote indica, el sol es protagonista… ¿cómo no iba a ser un destino turístico cálido?
En ella, además de planes de costa, podemos visitar alguno de sus numerosos museos: el Museo de Picasso y su casa natal, Colección del Museo Ruso, el Jardín Botánico Finca de la Concepción, el Centre Pompidou o, para los más aventureros, realizar una de sus innumerables rutas que nos llevarán hasta los Llanos de Líbar o la Cueva del Agua. ¡Naturaleza por doquier!
Mirador del Tajo, Málaga
Además, esta provincia alberga una parte de la Costa Tropical que comparte con Granada, una zona en donde las temperaturas son bastante cálidas en invierno.
Almería: de las llanuras del desierto más famoso de España hasta el Cabo de Gata
Se caracteriza por ser una de las más secas de nuestro país, de ahí que los cultivos como el del olivo o el almendro, se den tan bien. Por ello, la carencia de lluvias y mal tiempo hace que esta, sea otra escapada cálida que debas apuntar.
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Por aquí podemos ver cosas completamente increíbles y que probablemente solo verás aquí: la Geoda de Pulpí, una cueva inmensa hecha de cristales minerales que solo existe en México (pero no se puede acceder) y en Almería; el mayor desierto de España, el Desierto de Tabernas; la catedral de su capital, que también fue una fortaleza en el siglo XVI, hasta acabar en la preciosa costa de Cabo de Gata, cuya geografía marina no te dejará indiferente.
La Costa Blanca mediterránea
Constituida por casi 250 kilómetros de arena blanca, calas y acantilados, es una rápida escapada al Mediterráneo, aguas cálidas todavía en otoño. Por allí tenemos Benidorm, el famoso parque de atracciones Terra Mítica o el Castillo de Santa Bárbara, antigua fortaleza para defender la ciudad.
¡Y es que todo son facilidades! Porque puedes llegar por cualquier medio de transporte e, incluso, está entre dos aeropuertos de la Comunidad Valenciana. Que no sea por no intentarlo. Pero, si prefieres algo menos pasado por agua y que la playa no sea tu destino final, también puedes relajarte con sus paisajes e ir hasta Sierra Helada y la Sierra de Bernia. Y, si quieres seguir andando, no te pierdas la Ruta de los Miradores de Jávea.
Balcón al Mediterráneo, Benidorm, Costa Blanca
En fin, que entre una cosa u otra… ¡que no sea por destinos cálidos!