- 600 gr de migas de bacalao desalado
- 1 Huevo
- 1 Diente de ajo
- 1/2 Cucharada de perejil picado
- 50 gr de pan rallado
- 10 ml de nata líquida
- 300 gr de miga de pan
- Una pizca de nuez moscada rallada
- 200 gr de harina para rebozar
- 400 ml de aceite de oliva
- 400 gr de espinacas
- 200 gr de rúcula
- 1/2 Vaso de aceite de oliva virgen extra
- Sal y pimienta al gusto
| - Metemos en un bol el bacalao desmigado. Añadimos al gusto una pizca de nuez moscada, ajo picado y perejil picado. Mezclamos bien.
- En otro bol, desmigamos un poco de pan y le añadimos la nata (también se puede hacer con caldo de pescado o incluso agua). Machacamos con un tenedor. Reservamos el agua.
- Añadimos esta mezcla al bol del bacalao y removemos. Agregamos un huevo crudo y mezclamos todo hasta conseguir una textura compacta, como una masa.
- Por último, añadimos un poco de pan rallado y volvemos a mezclar. Dejamos reposando en la nevera como mínimo una hora.
- Cuando lo tengamos, boleamos la masa suavemente. Masajeando hasta obtener una albóndiga. Las pasamos por harina y freímos en aceite caliente. Retiramos en papel absorbente cuando empiecen a dorar.
- Para la salsa: Escaldamos ligeramente las espinacas y la rúcula. Retiramos en un bol con agua fría. Escurrimos y las apretamos bien para retirar la máxima cantidad de agua posible.
- Las metemos en un vaso americano con el aceite y batimos bien hasta conseguir un puré verde.
- En otra sartén, le damos un hervor a las albóndigas con el agua que habíamos reservado. Cocinamos hasta que se empapen.
- Agregamos la salsa verde a la sartén y seguimos cocinando.
- Salpimentamos y emplatamos al gusto.
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