Fuentes policiales alemanas han confirmado la existencia de un sótano escondido en el jardín de una de las propiedades del sospechoso del secuestro y asesinato de Madeleine McCann, la niña que desapareció en Algarve, Portugal en 2007. Según fuentes cercanas a Christian Brückner, quería hacer un sótano como el de “el monstruo de Amstetten”.
Según los vecinos, Brückner llegó en 2007 y vivió allí durante al menos 2 años, aunque era una zona que no estaba permitida para vivir. Sin embargo, el sospechoso vivía en un remolque que se situaba a unos 4 kilómetros de esta parcela.
Bajo el cadáver del animal, la policía encontró un USB con datos e imágenes que contenían pornografía infantil
Siguiendo la reconstrucción de los hechos, Brückner abrió un kiosco en Hannover y cerca de allí, enterró a uno de sus perros cuando murió. La policía encontró bajo el cadáver del animal un USB con imágenes que contenían pornografía infantil.
El lugar tiene unos 20 metros cuadrados y las fuerzas de seguridad han utilizado dos máquinas excavadoras para remover el terreno y cuenta con la ayuda de perros especializados en rastrear cadáveres
“Seguimos convencidos de la culpabilidad”
El fiscal encargado del caso que dio luz verde a la excavación, Christian Wolters declaró hace unos días que “no puedo predecir el resultado de la investigación, pero seguimos convencidos de la culpabilidad de Brückner y esperamos encontrar pruebas forenses que lo demuestren".
Actualmente, Brückner cumple condena en la cárcel por tráfico de estupefacientes en 2011 y tiene pendiente otra condena por violación en Portugal, a una mujer de 72 años, pero el proceso se encuentra aún en revisión. Aun así, también se contempla que pudiera estar detrás de la desaparición de otra niña de 5 años, Inga Gehricke, a la que se la conoce como la “Maddie alemana”.