Pablo López aún está con la emoción de haber estrenado el primer single de su próximo disco. Es el primer álbum del artista malagueño después de dos años, pero aun así él tiene la sensación de no haber parado todo este tiempo. Han estado tocando, con una gira de conciertos en 360º, pero también con singles nuevos. Ya el año pasado nos sorprendió con "Mama no", y un año antes con "Igual que tú" junto a Antonio Orozco. Ahora llega con "Mariposa", un tema que según su amigo le va a cambiar la vida.
Charlamos con Pablo por videollamada para que nos cuente todo sobre esta primera canción de un disco que estaba cerrado pero ha vuelto a abrir durante el confinamiento. Por el momento no tiene pensada ninguna colaboración, pero tras esta cuarentena quién sabe si no se lo propondrá a algún amigo.
Lo que más echa de menos es abrazar, y tiene claro que lo primero que hará cuando vuelva la normalidad es tocar, ya que ha tenido que aplazar parte de su gira para este año.
Puedes ver todo lo que nos ha contado de "Mariposa" y su cuarentena en el video que abre la noticia.
Pregunta: “Mariposa” es el primer single de tu próximo álbum después de dos años. ¿Cómo arrancas este proyecto?
Pablo López: La cosa es que uno tiene la sensación de haber parado hace nada porque, evidentemente, no lo hemos hecho. Estábamos tocando durante casi dos años de gira. Y en ese tiempo estaba empezando a nacer, a crecer, a darse vida todo este proyecto que arranca casi ahora. Uno no tiene la sensación de haber parado. Sí que es verdad que la sensación de que la gente estuviera esperando algo sí era real, y así lo he sentido.
P: ¿Qué quieres transmitir con "Mariposa"?
Yo, simplemente, quería, una vez más, expresarme. Expresarme en los términos que sé, o en el idioma que se me da bien, que es la música. Eso para empezar, y también que cada uno tuviera un espacio de tres minutos para desconectar de todo esto, aunque no era el objetivo cuando la estaba escribiendo.
La idea va revoloteando entre la necesidad de intentar no ser perfecto, de no ser una mariposa, que eso solo lo consigue la naturaleza, y también la necesidad de tropezarse, de equivocarse, para poder seguir avanzando poco a poco, que es la única manera en las que se pueden hacer bien las cosas.
P: Según Antonio Orozco este single te va a cambiar la vida. ¿Tú también lo crees?
Eso me lo dice mucho él también. Bueno, me lo ha dicho dos veces, las cosas como son. Pero, a parte de un psicólogo, de un amigo que admiro, tengo un apoyo gigantesco y él también me vio a mí con dudas antes de terminarlo. Justo antes del confinamiento, estaba en su casa, en su estudio en Barcelona, que precisamente es donde lo terminé. Fue una frase que me la dijo clavada, y quizá, sea verdad o no, me va a cambiar la vida.
P: ¿Por qué comparas "Vi" con "Mariposa"?
El mensaje sigue siendo el mismo, la necesidad de no dejar de ser uno mismo, de no dejarte influenciar por todo lo que uno se puede llegar a autoexigir. Y “Vi”, que se escribió en un momento en el que yo, ante la desesperación estaba autoexigiéndome tanto que podía llegar a perder la personalidad, era mi arranque. Y realmente creo que uno sigue en las mismas y tengo esa suerte de ser autoexigente y también tengo un botón rojo que se me enciende gracias a la gente que tengo alrededor.
Es el single del que será su cuarto disco
P. ¿Cuándo podremos escuchar el próximo disco?
Está grabado y casi terminado. Lo hemos vuelto a abrir, estamos dándole la vuelta, cosas que tienen estos momentos especiales y extraños que estamos viviendo. Entonces, hemos vuelto a meternos en el lío del tiempo. Igual, para expresarme con el álbum, prefiero que podamos estar en un estadio, en un espacio en el que todos podamos pensar en otras cosas, de alguna manera sumergirnos en 40 minutos de música, que yo pretendo hacerlo como si fuera una canción, o dos canciones.
P: ¿Habrá alguna colaboración especial?
La verdad es que cuando escribo, la introspección es tan grande que no me imagino cantándola con nadie. Pero ahora que uno está ávido de ver a los amigos, de abrazar, la música, que es un apéndice más de uno mismo y sus canciones, me están gritando para ser compartidas. Ojalá que tenga la suerte de dar con el amigo justo para poder bailar. Pero todavía no tengo nada pensado.
P: ¿Harías una con Pablo Alborán?
Lo de Pablo y hacer algo conmigo en el disco, los dos sabemos que tiene que surgir casi como lo de Sabina. Que cuando abran esto y pueda venir a casa, que estemos un día cantando una canción, suya o mía, o que no existe y casi casi que la grabemos al momento, porque si quedamos para hacerlo somos un desastre.
P: ¿Va a ser muy diferente a los anteriores o vas a seguir la misma línea?
Ayer estaba con una guitarra en casa, introduciendo guitarras eléctricas para un tema y estaba sonando más ochentero que una balada de Bon Jovi. No estoy ávido de buscar sonidos actuales, porque lo actual mañana no lo será, entonces, seguimos haciendo un poquito el loco.
Lo que sí hay siempre es cuerda. La sección de cuerda de una orquesta sinfónica siempre ha sido el denominador común de todos mis discos.
La gira: "Lo hemos movido todo"
P: Tenías una gira cerrada, ¿de qué manera te está afectado la crisis del coronavirus? ¿Has tenido que cancelar algún concierto?
No hemos cancelado nada, lo hemos movido todo. De hecho, tendríamos que estar de gira ya, y el disco tendría que estar en manos de la gente. Hemos movido todo hasta lo que había en noviembre. Lo único, que estamos todavía pendientes de poder confirmar, porque tampoco queremos engañar, porque no sabemos cuándo va a funcionar esto mejor, cómo van a ir los próximos meses, si va a haber un repunte... Yo estoy loco por poder decir a la gente, pero quizá me da miedo asegurar una fecha para el 21 teniendo en cuenta que nos la pueden tirar. Dos decepciones quizá la gente no me la aguantan.
P: ¿Crees en el avance de los conciertos 2.0?
Yo soy músico, y adoro la música, y no quiero quitarle valor, pero lo más bonito de un concierto es ir. Es aparcar tu coche, o bajarte en la parada del metro del sitio donde vas a ir, ponerte en una cola, pagar la entrada, que te corten la entrada, beberte una cerveza, que se apaguen las luces. No es romanticismo, es que un concierto es eso. Un concierto 2.0 no porque no lo considero un concierto, que lo llamen otra cosa sí.
La cuarentena de Pablo López
P: ¿Qué es lo que más echas de menos de este confinamiento?
Abrazar, besar, mirar… Cuando estás mirando a alguien y dices: aquí hay feeling. Eso lo hecho mucho de menos.
P: ¿Cuál era la última foto que hiciste antes de encerrarnos?
Fue en el estudio, que grabé la última frase de “Mariposa”.
P: Una serie y una película que hayas descubierto en la cuarentena y recomendarías
Las películas, mira que yo amo el cine, pero de un tiempo aquí soy incapaz de ver una entera porque me quedo dormido siempre. Yo he llegado a ver el título nada más.
Sí que en los primeros días de la cuarentena he visto El Hoyo, que lo ha visto casi todo el mundo, y la recomiendo porque me parece que tiene un mensaje maravilloso, aunque hay que poner la advertencia de que es dura. Y series, me he vuelto un poco como el Chapo Guzmán, escondidos. Me he visto la serie del Chapo y también una de esas series que todo el mundo te dice que no eres humano si no has visto Stranger Things. Pues yo no la había visto, yo era un Stranger Thing, de hecho, y me la he visto y me ha encantado sumergirme en ese mundo.
P: ¿Qué has aprendido a hacer en estas semanas? ¿Te has dado a la cocina?
Yo no. Me ha dado por tocar mucho, pero tocar más técnico, coger velocidad, he vuelto a estudiar como quién dice. Y después me ha dado por colgar cuadros. No queda un milímetro de mi casa sin cuadro. He descubierto Amazon y me pongo a comprar cuadros y colgarlos, sin sentido, da igual lo que pongan. Eso y un intento absolutamente nefasto de jardinería, lo cual no merece ser nombrado porque yo creo que Greepeace está a punto de denunciarme.
P: ¿Qué es lo primero que vas a hacer cuando vuelva la normalidad?
Yo creo que va a haber una explosión tan grande que creo que vamos a ser muchos los que vamos a estar unos días sin llegar a casa. No por una cuestión de alterne, sino por una cuestión de que la sonrisa de la calle es algo que se echa muchísimo de menos.
Entonces, lo primero que voy a hacer es tocar. Si el 28 de diciembre, por ejemplo, hay normalidad, el 29 estoy yo tocando donde sea. Eso está claro. Y luego abrazar mucho, hablar con gente a la que hace mucho que no he visto, y viajar. Hay una cosa que yo nunca pensé que echaría tanto de menos que es el movimiento, como mínimo, interprovincial, que es una de las cosas que más me va a gustar.