Rosa se ha convertido este lunes en la cuarta expulsada de MasterChef 8. La Comandante del Ejército del Aire ha abandonado las cocinas del concurso después de un mal cocinado en la prueba de eliminación. Eso sí, está dispuesta a volver en una repesca, aunque no se ve en la final, pues cree que le estaría quitando el puesto a alguno de sus compañeros. Como también está disponible para ir a primera línea en la batalla contra el Covid 19 cuando se lo pidan.
Dispuesta a estar en primera línea contra el coronavirus
Charlamos con ella por videollamada, donde nos cuenta desde este confinamiento que se encuentra bien: “No estoy enferma, mi familia ha pasado todos los que están en puestos de riesgo, tanto militares como sanitarios, están cayendo, pero hemos tenido la suerte de que están cayendo y están reponiéndose”. Eso sí, nos comenta que está en un momento duro porque ha perdido a un compañero Comandante y tiene otro amigo íntimo en Navarra grave. Aun así, ella está dispuesta a regresar al Ejército: “Las Fuerzas Armadas tienen que estar en primera línea y yo voy a estar en el momento en el que se me exija”.
“En una final me sentiría un poco intrusa”
Estas declaraciones demuestran el amor por su trabajo, que le encanta. “Siempre he dicho que mi vocación final es el Ejército. Yo en una final me sentiría un poco intrusa, en el sentido de quitarle un puesto a alguien que tiene un futuro en las cocinas. Mi futuro sigue estando en mi profesión que me encanta”, cuenta sobre una posible vuelta a las cocinas y poder llegar a una final en la que ve a Alberto, Sara Lúa, Ana e Iván.
MasterChef 8 - Rosa se despide las cocinas
Y es que al ser la cuarta eliminada opta a volver en una repesca donde estarían de momento Mónica, Adrienne, Sito y ella, que avisa que va a por todas: “En la repesca voy a darlo todo. Siempre he dicho que no me hubiera importado estar unos programas más porque me apasiona aprender y me apasiona el ritmo MasterChef, y aprendes súper rápido”.
Está contenta con su paso por el programa
“Estoy muy contenta. A lo mejor podría haber estado un poquito más si no me hubiera presionado tanto, pero para mí ha sido una experiencia buenísima. Primero a nivel personal, he conocido a personas fantásticas y, luego conocer el mundo de la televisión es muy chulo, es alucinante”, dice sobre su paso por el programa. Un concurso del que su mejor momento fue cuando le dieron la cuchara, y el peor el pollo en la última prueba de eliminación en la que le fallaron los nervios: “Yo creo que estaba desquiciada, no te puedes imaginar los nervios que se pasan en una eliminación cuando te ves la primera, en frente de los jueces. Estaba muy muy nerviosa”. Ella cree que se le da mejor ordenar sus ideas en equipo como hizo en el segundo programa que dirigir a gente que meterse en el trabajo de nadie.
Unos compañeros muy unidos a pesar de lo que vemos en plató
Por lo que se ve en televisión, puede parecer que los aspirantes de esta octava edición no tienen buena relación entre ellos. Ya en plató han volado cuchillos por las cocinas, y no precisamente para cocinar. En cambio, cuando se apagan las cámaras, este ambiente es muy diferente.
“He visto compañeros, he visto equipo, y he visto una casa muy compacta y muy unida. Es verdad que en el plató a veces se disparan opiniones o críticas que a mí no me gustan en ese sentido, pero no creo que ninguna tenga un trasfondo malo”, dice Rosa al respecto, y habla de las contestaciones de sus compañeros a los jueces tras las valoraciones: “Creo que todo el mundo tiene derecho a esa réplica, y que lo están haciendo bien. Simplemente, mantener el respeto y el cariño que también lo muestran los jueces con nosotros”.
MasterChef 8 - El desastre de Jose Mari
Especialmente, ese pique de aspirante y jurado se ha podido ver entre Jordi e Iván, aunque tras el último programa, las aguas se han calmado. ¿Es concursante el favorito del chef? Rosa no lo cree: “que a Jordi le gusta el carácter fuerte que tiene Iván, su forma de levantarse y su forma de caerse y levantarse de la caída. Entiendo le guste entrar en conflicto con Iván, porque es muy majete y da muchísimo juego.
MasterChef 8 - Jordi quiere que Iván evolucione
Como juego también da la “relación simpática” de Alberto y Luna. Según Rosa, no es ni tan fuerte ni tan empalagosa como a veces parece en las cocinas, donde han tenido su primera discusión de “pareja” después de que el barcelonés estuviera todo un día sin hablar a su compañera.
MasterChef 8 - Saray llama "Samanthis religiosa" a la jueza
¿Quieres saber qué más nos ha contado sobre su paso por MasterChef? No te pierdas la entrevista completa en el video que abre la noticia.