Jeff Bezos, el dueño de Amazon, acaba de comprarse la casa unifamiliar más cara del mundo. Se ha gastado en ella 151 millones de dólares y a la mansión no le falta nada.
Ubicada en el exclusivo barrio de Beberly Hills, en Los Ángeles, tiene una parcela de 36000 m2. La casa, de estilo georgiano, colonial, tiene 1263 metros cuadrados construidos y fue levantada a finales de los años 30. Tiene piscina, dos casas de huéspedes, amplias terrazas y jardines, tres invernaderos, cancha de tenis, campo de golf de 9 hoyos, circuito de motor con taller mecánico y estación de gasolina propios... Y nada de esto es ni lo más valioso, ni lo más impresionante. Lo verdaderamente llamativo es que dice The Guardian que el suelo, de madera, es importado. Se supone que sobre él Napoleón hincó su rodilla para pedirle matrimonio a Josefina.
La construyó el presidente de Warner Bros, Jack Warner. Cuando Ann, su viuda recibió una oferta en los años 70 por 25 millones de dólares por ella, la rechazó. Dijo que viviría en ella hasta el día de su muerte. En 1990 la compró el magante de la comunicación David Geffen por la cifra récord, por aquel entonces, de 47.5 millones de dólares.
No le gustaron los muebles que se encontró, el suelo de Napoleón sí, y subastó los muebles porque decía, según The Guardian, que estaban mohosos y aquello parecía un museo. Consiguió ingresarse de esta manera 11 millones de dólares. Ahora se la ha vendió al dueño de Amazon por 165 millones de dólares. Ha recuperado la inversión con creces.
Jeff Bezos compra y hace este desembolso justo cuando su fortuna, modo de vida y negocio están en entredicho. Varios senadores, entre ellos Bernie Sanders y Elizabeth Warren, que pugnan por liderar al Partido Demócrata en las próximas elecciones de Estados Unidos, le han enviado una carta pública en la que le amonestan por buscar la riqueza propia por encima del bienestar de sus empleados: "El triste historial de seguridad de Amazon indica una mayor preocupación por las ganancias que por sus propios trabajadores", escribían.
Comienza ahora su nueva vida junto a su novia Lauren Sánchez después de haber estado buscando, según de New York Post, casa durante varios meses. Ya tienen una. La mansión más cara del mundo.