Durante este lunes la reina Isabel II de Inglaterra se verá cara a cara con su nieto Harry para abordar la crisis familiar de los Sussex. Una cumbre que tendrá lugar en Sandringham (Inglaterra), y a la que acudirá también el Príncipe Carlos y el Príncipe Guillermo. Por su parte, Meghan Markle participará por teléfono.
La intención de esta reunión es abordar el futuro papel que tendrán los duques en la monarquía británica después de que anunciarán su independencia de la misma. O se resuelve la crisis en la familia real o se podrían tomar medidas contundentes para avanzar en el alejamiento de Harry y Meghan como miembros de la realeza.
Esta cumbre tendrá lugar en Sandringham, situada a 180 km al norte de Londres, en la casa de campo donde la reina lleva viviendo durante los últimos meses. Hasta allí se desplazarán los príncipes Carlos y Guillermo con sus secretarios y con los protagonistas de la polémica, Harry y Meghan. Ella lo hará por videoconferencia porque en estos momentos se encuentra en Canadá.
En esta reunión se pone en juego el título de los Duques de Sussex y su posible continuación como miembros de la Casa Real británica. Por otro lado, se debatirá la riqueza que percibirán de la Corona y el uso de sus títulos. Debatirán, además, qué tipo de seguridad necesitarán para su nueva vida entre Estados Unidos e Inglaterra y cómo la van a mantener. Otro tema que desata la polémica es que Harry y Meghan quieren montar una empresa para gestionar todos sus ingresos y además existe la posibilidad de que la duquesa vuelva al mundo del cine.
Por su parte, la reina ha manifestado que ante el escándalo provocado en la sociedad británica quiere zanjar esta cuestión lo antes posible, debido a la repercusión que está teniendo para la imagen de la monarquía británica. Las fuentes cercanas al palacio afirman que la Reina Isabel II sigue afligida ante esta la situación y que el príncipe Guillermo está triste por la distancia que habría surgido durante estos últimos entre él y su hermano.
Los planes de Meghan y Harry
Aunque hubiera una ruptura con la realeza, los duques de Sussex están lejos de sufrir problemas económicos. Desde marzo de 2019, Harry y Meghan registraron el dominio sussexroyal.com pensando en su futura desvinculación con la realeza británica. Una web a la que pretenden darle una apariencia eco y vinculada a las labores altruistas de los duques, aunque la finalidad será sacarle el mayor rédito a la marca que ambos han construido.
Según vaticinan los expertos, su decisión de dar el salto al otro lado del Atlántico les permitirá explotar su marca alcanzando unos beneficios capaces de generar hasta 1.000 millones de dólares en una década. Y aunque han anunciado su intención de renunciar a la Asignación Soberana (120.000 euros anuales, aproximadamente), aspiran a seguir repartiendo con el duque de Cambridge, Guillermo, la asignación de cinco millones de euros que reciben a través de su padre por el Ducado de Cornualles.
La herencia que Harry recibió de su madre Diana se estima en 22 millones de euros, a los que hay que añadir otros 8,5 millones más de la herencia de su bisabuela, la reina madre. A parte de todos estos ingresos, se añadirían los 12 millones que obtendrían por la explotación de su plataforma digital y su marca, 6 millones por sus discursos, 3 millones por sus apariciones en público y hasta 60 millones en una década si ejercieran de embajadores para grandes firmas como Google o Apple, según estima The Daily Mail.
La duquesa firma un contrato con Disney
En sus propósitos para ser financieramente independientes, Megan Markle ha firmado un contrato con la compañía Disney para ponerle voz a una película de animación. Un trabajo por el cual la firma hará una donación a la organización “Elephants Without Borders” (Elefantes sin fronteras) encargada de la protección de los elefantes, según revela el periódico británico “The Times”.
Por el momento estos son los únicos datos que se conocen sobre el contrato con la duquesa de Sussex.