- 300 gr de gamba blanca
- Sal
- Perejil
- 4 dientes de ajo
- 1 guindilla seca
- Aceite de oliva
| - Pelamos las gambas. Laminamos los dientes de ajo. Picamos el perejil.
- En una sartén con un dedo de aceite de oliva, añadimos aproximadamente media gundilla.
- En este punto, echamos sal a las gambas ya peladas.
- Añadimos el ajo laminado a la sartén junto a la guindilla para que vaya cogiendo calor. Es necesario que el aceite esté bien caliente.
- Cuando el ajo empiece a dorar, agregamos las gambas.
- Emplatamos las gambas al ajillo en una cazuela de barro para que ahí mismo termine su cocción.
- Movemos un poco para que se termine de cocinar. La gamba tiene que quedar tierna por dentro pero no cruda.
- Añadimos el perejil y servimos.
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