La risa nos puede ayudar a muchos niveles diferentes, tanto física como mentalmente, y por eso es clave aprender a mejorar nuestro sentido del humor. Reírnos de nosotros mismos y aprender a relativizar las cosas que nos pasan en la vida son nociones básicas para prevenir o superar la depresión. Así que tómatelo en serio: ¿te ríes lo suficiente todos los días?
Los beneficios del buen humor
A todos nos gusta reír. No reírnos por compromiso ante una broma que no ha terminado de hacerte gracia, o porque un jefe se ha querido hacer el gracioso pero le ha salido mal, sino reír de verdad. El buen humor es sin duda uno de los pilares principales de la felicidad y por eso es muy importante mantenerlo en “plena forma”.
Nos puede ayudar a muchos niveles diferentes. Por ejemplo, llega a aliviarnos el dolor y ciertas molestias, (ya que hace que liberemos endorfinas y serotonina, hormonas que se asocian al placer y la felicidad), nos sirve para aliviar el estrés y lograr el equilibrio emocional, atrae a la gente, por supuesto nos ayuda a relajarnos y como ya hemos dicho nos sirve para sentirnos más felices.
Pero es que también hace que veamos las cosas con más perspectiva, sin dramatizar ante lo que nos pasa en la vida, aprendemos a relativizar y a reírnos de nosotros mismos. Es cierto que no siempre tenemos ganas de reírnos pero también lo es que debemos tener una actitud abierta y permitirnos soltar una carcajada de vez en cuando.
Entrenar el humor
Aunque pueda parecer mentira, el buen humor se puede trabajar y propiciar, mejor si se hace desde la infancia. Cuando los niños son pequeños es cuando es más sencillo que se graben estos patrones de conducta en su carácter, así que, ¡aprovecha! Y para eso es fundamental crear un clima de confianza en el que el humor, pero por supuesto también el respeto, sean los protagonistas.
Hay una cosa muy importante que señalarle a los niños: reírse de uno mismo está genial, pero no reírse de los demás. Educar en el mensaje de que a veces es importante quitarle hierro a las cosas es muy positivo, pero marcar los límites de la educación y que el humor puede ir unido con la crueldad es fundamental.
Pero es que el humor también juega un papel importantísimo en la vida en pareja. Una vez más, para relativizar y utilizándolo como herramienta para, por ejemplo, darle la vuelta a una discusión.