Ahora que llega verano cualquier consejo o truco para soportar las altas temperaturas se agradecen. Está bien disfrutar del buen tiempo pero es mejor tomar ciertas precauciones para evitarnos algún susto o problema de salud. Y por eso os vamos a explicar cómo combatir el calor desde esos cuarenta grados que hace de día hasta esas noches que nos parece imposible conciliar el sueño.
No te confíes, protégete del calor
La gran mayoría de nosotros recibimos la llegada del buen tiempo y las altas temperaturas con los brazos abiertos. Es una época que invita a disfrutar de nuestro ocio al aire libre, pasar tiempo con los nuestros en la piscina o en la playa, hacer deporte… Pero tenemos que tomar ciertas precauciones sino queremos acabar “escaldados” con el calor, y muy importante también, con el sol. Para ello solo tienes que seguir algunas recomendaciones muy sencillas.
Por supuesto, bebe abundante líquido. Haz caso a tu sed e hidrátate de manera constante y a lo largo de todo el día en estas fechas de tanto calor. Recuerda que todo lo que sudas es agua que pierdes y por lo tanto debes recuperarla precisamente bebiendo agua, que siempre debe ser nuestra primera opción antes que el alcohol o las bebidas azucaradas.
Aprovecha las comidas para tomar más ensaladas, futras y verduras, no solo por sus interesantes aportes nutricionales, sino porque nos ayudarán a refrescarnos y porque su digestión es más ligera que la de otros alimentos más contundentes. El gazpacho, por ejemplo, es una gran opción.
Aprende de nuestros mayores
Antes de la llegada del aire acondicionado, los ventiladores… Nuestros mayores tuvieron que soportar las altas temperaturas del verano en España con poco más que su ingenio para combatir el calor, y por eso ahora los trucos que descubrieron nos son de gran utilidad.
Por ejemplo, durante el día mejor si dejamos las persianas bajadas y si el aire que entra desde la calle es muy caliente mejor cerrar también las ventanas. Por la noche, todo lo contrario, abre para que se ventile la casa. Utiliza ropa que te proteja del sol pero que también sea de un tejido ligero, que transpire y que tenga colores claros.
Evita realizar ejercicio físico y trabajos pesados en las horas centrales del día, ni por supuesto en sitios que estén muy expuestos al sol o donde haga mucho calor. Y refréscate, ya sea con un chapuzón o una ducha. No hay mejor forma de disfrutar del calor que sabiendo cómo combatirlo.
Y tenemos que hacer un inciso especial sobre la protección de nuestra piel frente al sol. Utiliza siempre crema solar de factores altos (a partir de 30), reponla cada dos horas aproximadamente y aunque te hayas echado crema, evita exponerte al sol en las horas más agresivas, entre las 12 y las 18 aproximadamente. Es el principal factor de desarrollo de cáncer de piel y para vigilar nuestros lunares e identificar los que pueden ser sospechosos no te puedes perder los consejos de nuestra dermatóloga.