- 20 alcaparras de mar (ascophylum nodosum)
- 12 cigalas
- 3 erizos de mar
- 1 chalota
- 1 c/p mostaza antigua
- al gusto aceite picante
- 1 lámina alga nori
- 50 ml. vinagre
- 30 g ramallo de mar (codium)
- 150 ml. agua
- 100 g harina
- aove, sal, pimienta
| - Encurtir las alcaparras de mar. Separar las “alcaparras” del tallo del alga. Reservar un poco del tallo para el tartar. Encurtir en dos partes de agua por una de vinagre y un poco de sal durante 12 horas.
- Los erizos. Abrir los erizos, reservar la ‘carne’. Colar el jugo del interior y reservar.
- El tartar. Pelar las cigalas, dejar el cuerpo sin caparazón junto a la cabeza y las pinzas. Saltear muy ligeramente con un poco de aove. Retirarlas, separar las cabezas y cortar los cuerpos a trozos pequeños y reservarlos en un bol. Añadir la chalota picada al bol, pimienta molida, un chorrito de vinagre, mostaza antigua, aceite picante, las alcaparras de mar encurtidas, un poco de la parte del tallo reservado y parte del jugo de los erizos. Reservar en un baño maría invertido.
- El remallo de mar. Enharinar el alga. Freír en una sartén con aceite bien caliente. Escurrir sobre papel absorbente.
- Cortar el alga nori a tiras. Mojar uno de los extremos de cada tira y unirlos para formar cilindros. Colocar “de pie” sobre el plato y rellenar con el tartar de cigalas. Poner un erizo encima de cada cilindro y terminar con un poco de ramallo de mar. Servir inmediatamente.
|