No es casual que la misma noche de sábado que Arcade Fire se volvía a imponer en Barcelona como LA GRAN BANDA DE NUESTRA ÉPOCA el Real Madrid lo hiciese en Cardiff como su analogía futbolística. Arcade Fire se pasea por los escenarios del Primavera Sound triunfando como los de Zidane se pasean por los estadios de Europa ganando finales de la Champions.
Arcade Fire tiene una muchedumbre de seguidores. Y un buen puñado de detractores, presuntos guardianes de las esencias de la música. Anda, como el Madrid en su terreno.
Y del mismo modo que fueron cayendo los goles del Madrid en el Millennium, fueron desparramándose los temazos de Arcade Fire en una noche mágica para callar las bocas de quienes pretenden hacer de menos la presencia de la banda en este festival porque "ya estuvo hace tres años".
Arcade Fire ya no es un grupo de minorías, amantes del malditismo. Arcade Fire es una banda que congrega masas, que da espectáculo, que sirve canciones coreables (Nanananananana... Lololololololo...) en bandeja de plata. Que lo da todo sobre el escenario. Arcade Fire es una banda de Balón de Oro. De Champions. Es la amiga guapa, popular y divertida que por mucho que te empeñes no te puede caer mal.
Régine Chassagne, en un momento de la actuación. SERGIO ALBERT
Yendo a lo concreto, el concierto que ha ofrecido la banda norteamericana ha sido espectacular. Ha comenzado con "Wake up", el nuevo tema "Everything Now" (un maravilloso hit hiperbailable con reminiscencias de parte de un tema de los españoles Templeton), "No cars go" y "Here comes the night time". Presión alta para ganar el partido desde el primer minuto.
"Intervention", "Ready to start", "Sprawl II", "Afterlife", "Reflektor", "Neighborhood #3 (Power Out)", "Neon Bible"... La lista de candiones del concierto central del Primavera Sound no ha decepcionado. Lo difícil en el caso de Arcade es qué exitazo dejan fuera. Además, tanto Win Butler como Régine Chassagne han puesto sobre el terreno de juego... digo, sobre el escenario, su forma de entender los conciertos: pasión y ganas de pasarlo bien.
De su nuevo álbum, además de "Everything Now" (que da nombre al disco), el grupo ha tocado "Creature Comfort" para cerrar el concierto, como un bis justo después de la epiquísima "Rebellion (Lies)". La relación de amor de esta banda con Barcelona queda sellada con el estreno en primicia en el Primavera Sound de estos temas.
Con ellos, Arcade Fire demuestran que siguen muy vivos, dispuestos a seguir haciendo historia de la música. Y, sobre todo, capaces de conectar con un público quizá exigente pero más que nada dispuesto a vivir la música como una forma primaria de acceso a una versión mejorada de la realidad.