En 2001 la vida de 16 jóvenes dio un giro. Operación Triunfo desencadenó un fenómeno social y supuso un trampolín para los concursantes. Les abrió las puertas para cumplir su sueño de dedicarse a la música, del éxito y de la fama. Al salir de la academia tuvieron que adaptarse a una nueva vida y, quince años después, cuentan cómo lo consiguieron y qué fue lo más duro de aquella experiencia.
Javián: “Un compañero me dijo que no merecía estar en OT”
El momento más duro de Operación Triunfo para Javián fue cuando un compañero le dijo: “No sé por qué te han cogido a ti, creo que tú no deberías ser parte de esto”. Asegura que agradece la sinceridad, pero esas palabras fueron un puñal en el corazón para él. “Yo sabía que era verdad. Yo mismo me estaba diciendo eso, creía que no debía estar”, explica. Quince años después se ha dado cuenta de que no era verdad. “No solo era un casting de cantantes, era un programa de televisión”, sentencia.
Como consecuencia de la fama repentina con la que se encontraron los 16 concursantes, Javián asegura que ha tenido que renunciar a tener una vida normal. “Voy a los sitios y me están mirando. Pero yo hago que sea normal: voy al cine, a comer…”, dice.
Javián : "Un compañero me dijo que no merecía estar en OT"
Bisbal: “El aislamiento fue difícil”
Han pasado quince años; pero David Bisbal recuerda muy bien dónde dormía en la academia. Los concursantes tuvieron que separarse de sus familias y convivir sin conocerse previamente. Reconoce que ese aislamiento fue difícil y para llevarlo mejor se apoderó “de una pared para poner fotos de mi familia, amigos, recuerdos y amuletos que yo creía que me daban suerte”.
Y, desde luego, tuvo suerte. Terminó segundo en el concurso y arrancó una de las carreras más exitosas de la música española. Al salir de la academia y comprobar el fenómeno que había provocado OT echó de menos ese aislamiento. “Me encariñé de esa protección que daba la academia”, reconoce.
Bisbal: "El aislamiento fue difícil"
Chenoa: “Cuando me siento insegura no salgo a la calle”
Chenoa se apuntó a Operación Triunfo para aprender. “Pensaba que era una academia en la que me iban a dar clase todo el día, no que lo iba a ver tanto la gente”, cuenta a unas amigas.
Desde que salió desde esa academia hace 15 años ha tenido que convivir con la fama. “Que me observe la gente lo llevo a días. Me gusta ir a un centro comercial y al cine; pero escucho que están hablando de mí”, cuenta. Algo que le genera mucha inseguridad y reconoce que “los días que me siento muy insegura no salgo a la calle, me quedo en casa y cojo fuerzas con la gente que me conoce como Laura”.
Chenoa: "Cuando me siento muy insegura no salgo a la calle"
Natalia: “Pasé mucho miedo”
Natalia tenía 18 años cuando entró en Operación Triunfo. Asegura que era una niña y llora al recordar lo mal que lo pasaron sus padres. “Les llamaba llorando y ellos no podían hacer nada porque estaban muy lejos”, recuerda. La benjamina de la primera edición de OT reconoce que cuando entró en la academia nunca había dormido sola y “pasé mucho miedo”.
A pesar de eso, no quería que se acabara su aventura en OT. “Me enfadaba cuando me nominaban porque no me quería ir, me daba pena que me separaran de mis compañeros”, recuerda.
Natalia: "Pasé mucho miedo en OT"
Juan Camus: “Mi autoestima acabó por los suelos”
Juan Camus recuerda que vivió momentos complicados en la academia y durante las galas de Operación Triunfo por sus continuas nominaciones. "Fue muy difícil estar nominado semana tras semana. Perdí la interacción con los compañeros porque tenía que preparar solo mi tema", explica. "Mi autoestima acabó por los suelos", reconoce.
Juan Camus: "Mi autoestima acabó por los suelos en OT"
Nuria Fergó: “El primer año me sentía como una marioneta”
Nuria Fergó asegura que no empezó a disfrutar del éxito que supuso Operación Triunfo hasta el segundo año. “El primer año me sentía como una marioneta. Yo estaba preparadita para ir donde me decían y ya estaba todo organizado”, explica.
Asegura que lo más complicado de su profesión es que “no depende solamente de nuestra voz, también de una persona que te lleve bien y de que haya mucho dinero detrás”, asegura.
Por la fama que supuso su participación en el concurso ha tenido que renunciar a algunos aspectos de su vida privada. “Si me echaba un noviete, esa persona se ha tenido que privar de cosas por evitar salir en la prensa. Si yo quería ir de la mano por la calle, no iba”, cuenta.
Nuria Fergó: "El primer año me sentía como una marioneta"