- 1,2 l de leche de cabra
- 200 g de fécula de yuca
- 10 piezas de cardamomo
- ½ jengibre
- 4 cucharadas de miel
- 100 g de harina
- 10 fresas
- 3 cucharadas de azúcar moreno
- 2 cucharadas de vinagre
| - Pelar el jengibre y rehogarlo en una olla con leche de cabra y el cardamomo. Añadir la miel. Cuando la leche empiece a hervir, apartar la olla del fuego y dejar reposar la mezcla durante media hora (a más tiempo, más aroma).
- Calentar al máximo una pala de hierro (por ejemplo en la brasa) y sumergirla en la emulsión de la leche y el jengibre para aportar un toque ahumado.
- Colar la leche y añadir fécula de yuca. Batir hasta emulsionar. Verter la mezcla en una olla y calentar mientras se va removiendo durante 1 o 2 minutos hasta que espese.
- En una fuente, depositar la elaboración y taparla bien con un film para que no se genere costra. Dejar reposar en la nevera durante unas horas. Después, retirar y desmoldar.
- Cortar la leche frita a dados grandes y rebozarla con una mezcla de harina y fécula de maíz. Freír bien las porciones de leche frita en una olla con abundante aceite hirviendo durante 30 segundos, retirar y escurrir el exceso de aceite en papel secante.
- Lavar los fresones y cortarlos a cuartos. Saltearlos en una olla con aceite de oliva, un toque de vinagre blanco, una pizca de pimienta y azúcar moreno durante unos 4-5 minutos.
- Emplatar en plato llano con los dados de leche frita en el centro como elemento principal y los fresones alrededor como guarnición. Adicionalmente, los dados se pueden espolvorear con azúcar moreno y flambear.
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