El cierre continuado de quioscos a lo largo y ancho de nuestra geografía es la punta del iceberg de un cambio de costumbre que está afectando a todo un sector. En concreto, un 35% han echado la persiana. Y es que las nuevas generaciones consumen la información en soportes digitales, y no tanto en su formato papel.
Cristina Anés, presidenta de la Asociación de Vendedores de Prensa de Barcelona
Grandes medios de comunicación escrita, como El Mundo y La Vanguardia, nos han abierto sus puertas para explicarnos cómo han afrontado este cambio.
David Jiménez, director de El Mundo
Pero más allá de los diarios, también los libros están siendo grandes perjudicados por la irrupción de los nuevos soportes de lectura digital. Más de mil librerías se han visto obligadas a cerrar como consecuencia directa de la bajada de ventas. A este motivo se suman otros, como la desaparición de los alquileres de renta antigua o la competencia de las grandes cadenas. Por eso han tenido que reinventarse para sobrevivir, como en el caso de la librería Documenta, en Barcelona.
Josep Cots y Eric del Arco son co-propietarios de Documenta
La bajada en el consumo de papel durante los años de crisis ha sido de un 23%. 24 plantas de celulosa y papel han cerrado desde 2007 y el sector ha perdido el 8,5% de empleo. Frente a esta situación se ha impuesto la innovación y la búsqueda de nuevos mercados. A pesar de todo, el papel como soporte, garantiza una pervivencia que otros soportes digitales no dan. El papel seguirá teniendo un gran papel.
Es un reportaje de Virginia Solà Díaz
Imagen: Natxo Rodríguez
Edición: Toto Tomàs y Marta Blanch
Sonorización: David Beltrán
Ambientación Musical: Gerard Gual