Hasta hace algunos años, cualquier visita turística guiada tenía un precio fijado y la realizaba, tanto por dentro como por fuera de los edificios, un guía turístico acreditado. Pero en los últimos tiempos, una moda procedente de Europa ha hecho crecer una modalidad distinta: las visitas gratuitas, donde no se parte de un precio fijo, sino que el cliente decide, al final, cuánto paga al guía.
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Sólo con estas acreditaciones podrían ejercer su profesión dentro de museos, catedrales, o recintos considerados Bienes de Interés Cultural como sí lo hacen aquellos que aprobaron el examen en su día. Por eso, unos y otros, piden que se convoquen más pruebas.
Es un reportaje de Virginia Solà y Sara Boldú
Edición: Luis Salvador Sánchez, Enric Ferrés, Xavi Soler
Sonorización: Esther Pastor
Ambientación Musical: Gerard Gual