Es uno de los acontecimientos más importantes del año en Noruega. La entrega del Premio Nobel de la Paz y su correspondiente celebración. Un multitudinario concierto en el que se da cita lo mejor de la música actual y que suele contar con presentadores de lujo.
A los de este año no les falta de nada. Son guapos, elegantes y tienen éxito. Sarah Jessica Parker y Gerard Butler dan glamour a una cita a la que todos quieren ser invitados.
Uno de los platos fuertes del espectáculo, Kylie Minogue. La australiana canta en Oslo tras arrasar en los programas de televisión de más éxito de Reino Unido e Italia. 3 países en apenas 5 días.
Entre el público los príncipes Hakon y Mette Marit de Noruega, que apenas unos días antes eran invitados a la cena de gala de los Premios Nobel en Suecia. Salvo el de la paz el resto se entregan en este país. Como todos los años la familia Real sueca ejerce de anfitriona. El Rey Carlos Gustavo, la Reina Silvia y los príncipes Victoria, Carlos Felipe y Magdalena, que hace mes y medio anunciaba su compromiso con el financiero Chris ONeill. El protocolo se observa a rajatabla y las tradiciones se cumplen sin excepción. Una cena de postín, todo, absolutamente todo, organizado al máximo, incluído por supuesto el servicio. Y un poco de luz y color a la hora de los postres.
Es el acontecimiento social más importante del año en Suecia. Y Noruega toma el testigo con el concierto por la Paz. Una de sus protagonistas ha sido, en ausencia, Whitney Houston. Jennifer Hudson ha hecho del homenaje a la diva del pop una constante en su carrera artística. Pero en esta ocasión no ha sido con el archiconocido tema de “El guardaespaldas” sino con la divertida “I wanna dance with somebody” (o lo que es lo mismo “Quiero bailar con alguien”)