Televisión

El final de "Amar" según Roventy

Roventy
6 min.

La 5ª temporada de Amar en Tiempos Revueltos llega a su recta final  en el momento más emocionante y con más intriga. Muy pocos podían pensar  en septiembre que el matrimonio de Alfonso y Ana fracasaría y, muchos  menos, de una forma tan dramática; o que al bueno de Mauricio le  romperían el corazón, a la vez que su madre perdería la vista, mientras  él, sin poner mala cara, seguiría ayudando a los que le rodean de una  manera abnegada y ejemplar; tampoco era previsible que el flamante  comisario Héctor Perea acabaría perdiendo su puesto al ¿toparse con la  Iglesia¿ y por las triquiñuelas de quien se suponía era su amigo, el  inspector Beltrán. El éxito de Amar se puede explicar por lo bien  conectadas que están las tramas en la serie y porque muy pocas veces  sabes qué es lo que va a ocurrir a continuación. Por eso, parece muy  difícil predecir el final de la temporada, aventurar el futuro de unos  personajes que ya sentimos como nuestros y a quienes tratamos con esa  cotidiana ternura sólo reservada para los amigos más íntimos y para la  familia.

Ese es el caso de Alfonso y Ana, esa historia de amor imposible,  shakesperiana, donde la niña rica y el niño pobre se enamoran y, después  de muchos avatares, triunfa el amor y se casan. Pero allí donde acaban  las películas, la serie continúa y el matrimonio ha de enfrentarse a  numerosas dificultades, en muchas ocasiones por el carácter egoísta de  ambos. En el momento que escribo estas líneas, su matrimonio ha  fracasado y el futuro se presenta más incierto que nunca. Alfonso es el  que peor lo tiene: está fuera de sí probablemente por las secuelas que  le han dejado las drogas, de cuya adicción aún no se ha curado del todo.  Si tengo que hacer un pronóstico, creo que su final será trágico, quizá  intentando una última locura contra Ana para asesinarla, antes de  suicidarse él mismo. Será un duro final para un personaje difícil pero  noble, que se había ganado por derecho propio el corazón y el cariño de  la audiencia.

Esta tragedia acabará por unir definitivamente a Teresa y Ana. Sus  sentimientos son cada día más difíciles de esconder y es posible que con  el tiempo, las dos lleven una amistad especial, un romance encubierto  que reviva de vez en cuando, aunque sin perder de vista nunca la época y  la sociedad en la que viven, sabiendo que es un amor platónico e  inalcanzable. Además, Teresa también quiere mucho a su marido, Héctor,  el padre de su hijo, tan inteligente y de buen corazón, que siempre  trata de hacer las cosas de manera correcta. Seguirá disfrutando de  Teresa, de su hijo y de sus amigos, ignorante de los verdaderos  sentimientos de su mujer, pero felices los tres al fin y al cabo. Por  otro lado, seguro que Héctor seguirá resolviendo casos importantes y,  más pronto que tarde, le dará una lección a su viejo compañero, ahora  comisario, Beltrán, a quien dejará en evidencia. Aún así, aunque se lo  pidan, nunca más volverá a ser policía porque nuestro detective es, ante  todo, un hombre de principios.

Uno de los motivos por lo que Teresa y Ana se distanciaron fue la  aparición de Rosa. Ésta y la dueña de los almacenes Rivas se hicieron  muy amigas, lo que llenó de celos a Teresa hasta el punto de que se le  agrió el carácter. Pero el futuro de Rosa parece estar lejos de la plaza  de los frutos y del teatro Cervantes. Seguramente, con la ayuda de Ana  consiga fundar su propia compañía y se marchará a hacer las Américas,  donde sus sueños se harán realidad: se convertirá en una grandísima  actriz, la estrella que siempre quiso ser. La fama y el éxito, por otro  lado, conllevan sacrificios. Tal y como le previno su tía Estela del  Val, una actriz reconocida debe pagar el precio de la soledad, el mismo  que paga ella misma por su fama. Y es que es muy difícil enamorarse de  verdad cuando lo más importante en tu vida es tu carrera profesional.  Sin embargo, le auguramos un gran futuro como actriz y la audiencia se  alegrará por ella porque en el fondo es una buena chica, trabajadora,  que aprende de sus errores y que no paró hasta que alcanzó sus sueños.

Si Rosa se marcha de España, eso quiere decir que el destino de Mauricio  no está junto a ella. Su historia es también la de un amor imposible,  ya que un médico de aquellos años necesitaba a una mujer que hiciera las  veces de enfermera, que le ayudara en la administración de la casa, en  definitiva, una mujer atenta, buena, tradicional y sencilla, al mismo  tiempo que con clase. Esas características son las que parece reunir  Lucía, quien parece totalmente recuperada de su vida pasada. Ambos han  sufrido mucho, pero ahora el futuro les ofrece una nueva oportunidad  para ser felices, una ocasión que no van a desaprovechar porque están  hechos el uno para el otro, porque los dos han nacido para ayudar a los  demás, porque ambos merecen que su historia acabe de la mejor forma  posible.

De entre todas las tramas de la serie, la más enigmática y con más  incertidumbre es posiblemente la de Abel, Cristina y Salvador. Es una  historia que no puede acabar bien sin que alguien salga dañado. Me  atrevería a decir que Abel acabará por superar sus traumas infantiles  con la ayuda y el apoyo de su mujer, mientras que Salvador tendrá que  marcharse al exilio amoroso para no hacer daño a su primo y a su amada y  para no perjudicarse él mismo. Como vino se irá: sin hacer ruido, con  la cabeza alta, con su cuaderno debajo del brazo y la pluma en el  bolsillo; con el corazón roto una vez más, habiendo perdido la guerra,  primero, el amor después, pero con la melancólica resignación de los  espíritus libres. Cristina, para aprender a sobrellevar la pena,  escribirá entonces esa historia, su triángulo de amor entre el hombre de  su vida y el hombre de sus sueños y plasmará en forma de novela todo  aquello que guarda en el corazón y que no puede expresar abiertamente.

En cuanto a los demás personajes, es previsible que sigan con atención  el desarrollo de los acontecimientos. Intuyo que Juan y Sole tendrán que  volver, quizá antes de que acabe la temporada, para descubrir que  Juanito ya está curado y para demostrar que aunque la vida a veces es  muy difícil, con sacrificio y esfuerzo todo es posible. Por su parte,  los de ¿El Asturiano¿ llorarán de pena por la muerte de Alfonso y  después llorarán de emoción por la boda de Mauricio y de Lucía. Estarán  en primera fila cuando nazca el bebe de Teresa y recibirán con los  brazos abiertos a sus viejos amigos cuando vuelvan de Alemania. Por  supuesto, Marcelino, Manuela y Pelayo seguirán poniendo ese toque de  humor cortesano tan necesario en aquellos días de dictadura, pobreza y  amor en tiempos revueltos.

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