Masala significa, literalmente, mezcla de especies. El término es originario de la India y Pakistán, países que utilizan estos condimentos como parte indispensable de su cocina. Las especias, además de conformar aromas y sabores, tienen también muchas propiedades beneficiosas para nuestro organismo. Hoy nos acercamos a la gastronomía pakistaní gracias a la hospitalidad de una familia que, como muchas otras, han empezado una nueva vida en España. Quieren dar a conocer su cultura, y el barrio, en este sentido, puede ser un buen punto de partida.
RECETAS:
Palao con carne
Ingredientes: arroz basmati, carne de ternera (según el número de comensales), 1 yogur, 2 cebollas, media cabeza de ajos, jengibre, y garam masala, una mezcla de especias que incluye: cardamomo, hinojo, canela, clavo, nuez moscada y pimienta negra.
Elaboración:
En una cazuela, sofreímos la cebolla y el ajo. Le añadimos la carne de ternera (antes, la habremos escaldado) cortada a dados. Cuando empiece a dorarse le añadimos un yogur natural. El siguiente paso son las especias, el garam masala. Podemos conseguir este preparado en comercios especializados. Lo mezclamos bien y le incorporamos medio litro de caldo de carne. Lo dejamos cocer unos 20 minutos y le añadimos el arroz basmati. Antes, conviene lavar bien este arroz con agua. Cuando el arroz se haya bebido todo el caldo, lo tapamos con un trapo de cocina limpio, apagamos el fuego y lo dejamos reposar. Por último, le podemos agregar un poco de jengibre picado.
Gosht ka Salan
Ingredientes: 3 cebollas, media cabeza de ajos, jengibre, 1 yogur, pollo (según el número de comensales), azafrán y korma masala, un curry suave a base de semillas de cilantro, clavo, canela y cardamomo.
Elaboración:
En una cazuela, sofreímos el ajo y la cebolla. Cuando se hayan dorado, lo retiramos y lo reservamos. Con el mismo aceite, cocemos el pollo troceado. Picamos las especias (o bien conseguimos el preparado en un comercio especializado). Las añadimos y lo mezclamos todo bien. A continuación, ponemos un yogur, un vaso de agua y un poco de jengibre picado. Debe cocer al menos media hora. Por último, incorporamos la cebolla y el ajo que hemos reservado y dejamos que se cocine unos minutos más.