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'El efecto arancel', este sábado en 'Informe Semanal'

  • Además, ‘La cultura del adiós’ profundiza en la diversidad religiosa que empieza a percibirse en los cementerios de nuestro país

  • Sábado 12 de abril, a las 21:30 en La 1, Canal 24 horas y RTVE Play

'El efecto arancel', en 'Informe semanal'
PRENSA RTVE
Tiempo de lectura 4 min.

‘Informe Semanal’ aborda la guerra comercial desatada por Trump al aumentar los aranceles y cómo esta situación puede afectar a España. Además, en su segundo reportaje, el programa profundiza en la diversidad religiosa de nuestro país.

‘El efecto arancel'

‘Informe Semanal’ se pregunta cómo puede afectar a distintos sectores económicos de nuestro país el aumento de aranceles planteado por EE.UU. y que, ahora, están pendientes de la tregua de 90 días que servirá para negociar con la Administración estadounidense.

En los últimos días, las reglas del comercio internacional han saltado por los aires, afectando seriamente a las bolsas, también a la española. España y la Unión Europea saben que ahora, en este nuevo orden mundial, ya no pueden confiar en Estados Unidos como antes. Lo explica Raymond Torres, director de Coyuntura y Estrategia de Funcas: "Estamos hablando de la utilización del comercio internacional a efectos geopolíticos. Es algo que realmente no se había hecho desde la Segunda Guerra Mundial".

El país que dirige Donald Trump es el segundo destino de las exportaciones agroalimentarias europeas y el séptimo para España. Dentro de nuestras fronteras, se teme la repercusión en áreas como el sector agroalimentario o el de componentes de automoción. En este caso, Washington mantiene el aumento del 25% en los aranceles del acero y el aluminio.

Los olivareros no hablan de miedo, sino de incertidumbre. El programa se ha trasladado a la cooperativa más grande de España y la que más aceite produce del mundo: Dcoop exporta a Estados Unidos más de 30.000 toneladas al año, lo que representa el 10% del consumo total en ese país. Rafael Sanchez de Puerta, su presidente, considera que el nuevo arancel del 20% no estaría justificado: "Tenemos que pedir a la Unión Europea que actúe con unidad y contundencia. Lo peor que nos podría pasar es lo que ya pasó con la guerra de Boeing y Airbus, en la se castigó a España con la aceituna de mesa y no a los países competidores".

Mientras, sigue la tensión entre Washington y Pekín, donde ha estado el presidente del Gobierno. Tanto para España como para Bruselas -que, al final, es la que marca la pauta en materia agroalimentaria-, China ya era una oportunidad antes de todo este caos, pero el gobierno Trump lo puede llegar a considerar una deslealtad. "Tenemos una relación muy deficitaria en materia comercial con China", asegura a ‘Informe Semanal’ Carlos Cuerpo, ministro de Economía. “Es una relación que podemos mejorar, haciéndolo siempre con un elemento de seguridad económica, protegiendo a las empresas y haciendo que compitan en igualdad", añade.

‘La cultura del adiós’

"La muerte nos iguala pero al mismo tiempo nos diferencia". Esta reflexión del antropólogo Jordi Moreras define el segundo reportaje de este sábado. La España del siglo XXI la conforman personas de diferentes culturas y religiones que cultivan distintas costumbres y tradiciones.

Los ayuntamientos, responsables de la gestión de tanatorios y cementerios, lo viven diariamente e intentan adaptarse y dar respuesta a la pluralidad religiosa. "La persona judía se sepulta en tierra y, antes de hacerlo, hay que lavar el cuerpo como una forma de purificación y, después, se cubre con el talit y la mortaja necesaria", explica Jorge Burdman, de la comunidad israelita de Barcelona.

Por su parte, Li Wang cuenta que China tiene una cultura funeraria milenaria: "Lo que hacemos es limpiar las tumbas. Dentro, se quema incienso y papel de imprenta de dinero, para que vivan bien en el otro mundo". En la comunidad islámica, según Abdelaziz Agad, "cuando alguien muere lo lavamos con agua y jabón para purificarlo. Lo envolvemos en un sudario blanco y se entierra en tumbas sencillas orientadas hacia La Meca".

El reportaje habla de los problemas que surgen en las celebraciones en torno a la muerte. Cada cultura pide que la suya sea reconocida en un país cada vez más diverso. Cuando llega la hora, volver a la tierra originaria ha sido siempre un deseo de muchos, pero la pandemia marcó un punto de inflexión que tensionó los cementerios, dejando al margen un deseo milenario. "La tierra tira"", explica Moreras.

Durante meses se paralizaron las repatriaciones de fallecidos. La falta de espacio se convirtió en un gran problema, como explica Miquel Trepat, director general de Cementerios de Barcelona: "Nos puso en un escenario muy complejo, especialmente por aquellas confesiones religiosas cuyo deseo es ser enterrados en tumbas en el suelo".

Hasta no hace mucho, religiones como la protestante -la segunda de España con más lugares de culto- no eran aceptadas ni en cementerios ni en tanatorios y les negaban la posiblidad de que un miembro de su comunidad fuera enterrado.