‘La matemática del espejo’ se sumerge esta semana en la obra de uno de los escultores más reconocidos internacionalmente. Carlos del Amor charla con Jaume Plensa en su taller de Sant Feliù de Llobregat. Rodeados de sus figuras femeninas y grandes rostros, el set de entrevistas parece sacado de un museo de arte contemporáneo. El artista catalán abre las puertas de su mundo y de esas cabezas que simbolizan el palacio del conocimiento. Un mundo complejo y poético, de gran belleza e impacto visual.
Hablar con Jaume Plensa es hablar de espacios públicos y de grandes obras que ya forman parte de ciudades como Nueva York, Chicago o Madrid. Sus esculturas no sólo transforman el espacio, también invitan a mirar en nuestro interior, a permanecer en silencio y escuchar: “miramos siempre fuera y no nos damos cuenta que la información más extraordinaria es la nuestra”.
El artista reflexiona sobre los problemas del mundo actual: “La cultura es ese gran lugar en el que todo va muy lento, pero va penetrando y creando un mundo mucho mejor… las fronteras, los pasaportes y las banderas me dan pánico”.
‘La matemática del espejo’ revisita algunas de sus obras más emblemáticas. Desde su primera gran instalación en Chicago en 2004 a la escultura de 24 metros que desde 2021 mira al bajo Manhattan desde el río Hudson. Una joven con el dedo en los labios que llama a la autorreflexión. Sus grandes esculturas, como ‘Julia’ en Madrid, intentan abrazarnos y protegernos, servir de cobijo en un mundo abierto, frenético y lleno de ruido.