'La noche temática' dibuja esta semana los fascinante retratos tres divas italianas. Sofía Loren es una de las actrices más icónicas de todos los tiempos. Un mito viviente que se ha ganado el respeto de Hollywood desde los años 50 hasta hoy. Otra diva del cine, Anita Ekberg, simboliza como nadie la época de la “Dolce Vita”, pero la famosa escena de la Fontana de Trevi esconde una vida en declive. Mónica Bellucci toma el relevo de Anita Ekberg y se pone en su piel ante las cámaras.
‘Sofía Loren, un destino deslumbrante’
Sofía Loren ha sabido poner el mundo del cine a sus pies. Para algunos sigue siendo esta criatura con formas enloquecedoras, para otros será para siempre la gran actriz de “Una jornada particular” sin maquillaje y en zapatillas. Madre, prostituta, bailarina seductora o mujer desesperada. Para todos, es una leyenda viva.
Nacida de una relación fuera de matrimonio de su madre con un hombre casado, su padre aceptó darle el apellido: Scicolone. Un consuelo escaso para la pequeña Sofía. En una pequeña ciudad del sur de Nápoles, Pozzuoli, crece en la pobreza víctima de las burlas. De camino a la escuela, escucha: “Sofía bastarda, tu madre es una depravada”. “¡Sofía sin padre!”.
Estudió magisterio, formación que compaginaba con la participación en concursos de belleza. Llegó a ser finalista de Miss Italia. Empezó a abrirse camino participando en fotonovelas o interpretando pequeños papeles hasta que, a principios de los años 50, conoció al productor Carlo Ponti, quien dirigió su carrera, su mecenas y el amor de su vida.
Sofía Loren dio pronto el salto a Hollywood. En 1960 protagonizó La Ciociara (Dos mujeres), dirigida por Vittorio de Sica. Esta película, en la que interpretaba a una madre que era violada, supuso su consagración como actriz.
A los que han dicho que tuvo suerte, Sofía responde invariablemente: “Cuando tienes éxito, todos hablan de suerte. Pero yo sé que todo lo que he conseguido en mi carrera lo he conseguido con mucho trabajo”.
‘La chica de La Fontana’
Anita Ekberg fue el icono de la Italia de la “Dolce Vita” en los años 60 representada en la película de Federico Fellini. Pero la famosa escena de la Fontana de Trevi esconde una vida mucho más caótica Su vida es la historia de una actriz devorada por su propio éxito.
`La chica de La Fontana¿
Para interpretar a Ekberg, Mónica Bellucci, icono moderno, se pone su piel. Para ello indaga en su historia, recorre su vida, sus fragilidades y decisiones. Reflexiona sobre lo que sentiría una mujer que luchó contra los fantasmas de su propia fama. Mezclando imágenes de archivo y escenas recreadas por Bellucci, se dibuja un doble retrato de actrices y mujeres, brindando una nueva mirada a la feminidad, la fama y la exposición de los medios.