Con la gorra y el polo de su equipo, el KTM AJO, Pedro Acosta atiende a Radiogaceta de los deportes desde Valencia. Ha querido aprovechar el final del mundial en el circuito de Cheste para pasar allí unos días rodeado de su gente, entrenando y celebrando un título mundial que sigue “poco a poco asimilando”.
“Reconozco que me alegré más de ganar la carrera del domingo que el mundial”, reconoce con total naturalidad a la pregunta sobre cómo estaban siendo las últimas 48 horas tras proclamarse, con 17 años, el piloto más joven en la historia del Motociclismo español. “Ni siquiera cuando me caí en Aragón y estuve varias carreras fuera del pódium vi negra la situación. El sábado llegué a Portugal con una ventaja de 21 puntos sobre Foggia (su principal rival) y estaba para usarla… así que todo se basaba en creer en nosotros mismos”, dice el del Puerto de Mazarrón repasando su trayectoria en el mundial de Moto 3 en el que comenzó ganando tres de las cuatro primeras carreras y, en la restante, fue segundo tratándose, además, del día de su debut.
Aprender a toda costa
Tras un año en el que los resultados han acompañado pero la presión ha sido mucha, Acosta basa su discurso completamente en el aprendizaje, y cuando José María Rubí, el director del programa, le pregunta qué conclusiones ha sacado de este año, responde: “He aprendido a gestionar las carreras, a no ponerme nervioso cuando no puedo ganar y cambiar la estrategia para acercarme al pódium o sacar el máximo de puntos posibles”, afirma el 'Tiburón de Mazarrón', como se le apoda en la parrilla.
Igualmente, Pedro Acosta también intenta tener muy presente a sus referentes, especialmente aquellos que en la actualidad marcan la pauta en este deporte: “De cada piloto siempre se puede coger algo, pero por mencionar dos casos, de Marc Marquez, por ejemplo, admiro su agresividad y de Fabio Quartararo (actual campeón del mundo), su forma de manejar la presión”.
“Solo motos”
En la entrevista emitida en Radiogaceta también ha habido espacio para el lado más personal del 37, cuya vida, sin duda es el Motociclismo: “Solo las motos”, responde en reiteradas ocasiones al ser preguntado por sus hobbies, su tiempo libre o la práctica de otros deportes. Aun así, él asegura: “Pedro Acosta es la persona más normal del mundo… y si no estuviese corriendo en motos, lo que haría sería estar pescando con mi familia”, afirma el campeón del mundo de Moto 3, descendiente de una familia de pescadores del Puerto de Mazarrón.