Que las mujeres pueden hacer el deporte que se propongan es algo que ha dejado más que claro el torneo Red Bull Al-Andalus que se ha celebrado este fin de semana en Granada. Diez hombres y diez mujeres han luchado por ser los mejores en una competición que aúna parkour y freerunning con un circuito que no diferencia género. La misma dificultad para hombres que para mujeres, mismos tiempos, mismos obstáculos y mismos jueces.
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Las diez participantes, procedentes de varios países, admiten que aunque es un deporte originalmente practicado casi exclusivamente por hombres, cada vez hay más mujeres para las que saltar por el mobiliario urbano haciendo acrobacias imposibles se ha convertido en su estilo de vida.
Silke Sollfrank, galardonada con la mejor acrobacia, es alemana y empezó a practicar gimnasia rítmica desde muy pequeña. Desde que descubrió el mundo del freeruning no lo ha abandonado. Anima a las mujeres a que no dejen de probar cosas “solo por estar rodeadas de chicos”.
Monica del Piano practicó danza durante más de 15 años en su Italia natal. Compagina el freerunning con su trabajo como diseñadora gráfica: “Cuando empecé en el parkour, el ambiente era completamente masculino y es difícil empezar pero hemos acabado viendo que las chicas también podemos hacerlo”, dice.
Nuria Brígido es la reciente campeona de España en freestyle y séptima del mundo en el campeonato de Budapest. Su pasión por la fotografía la llevó a crear su propio estudio, algo que compagina con su deporte favorito: “desde pequeña he sido como un monillo”, admite, y que en el parkour empezó gracias a su pareja, también atleta. Sobre el papel de las mujeres, lo tiene claro: “todas las chicas estamos preparadas para esto”.
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Alba Salazar también es española. Estudia Bellas Artes y su andadura en este deporte comenzó cuando un amigo la llevó a practicarlo “me echó para atrás que solo había chicos pero empecé a entrenar por mi cuenta y me di cuenta de que me encanta”, admite.
El podio
Taylor Carpenter, una de las favoritas que finalmente se alzó con la tercera posición, procede de Estados Unidos. Admite que “le daba miedo empezar con el parkour” pero que el consejo que da a las niñas que entrena es “que sigan, que lo intenten”, también que entiende que “pueden tener miedo y estar intimidadas” pero que “esto ya está cambiando”. En segunda posición, Renae Dambly, también estadounidense y deportista todoterreno. También es entrenadora.
El primer puesto, para la francesa Lilou Ruel, de 18 años. Confesaba que el circuito era muy difícil, especialmente para las mujeres pero que aún así “había tenido la oportunidad de demostrar de qué era capaz”.
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