Quizá no haya ningún otro lugar en el mundo donde quepa tanta magia, tanta ilusión y tantos recuerdos infantiles grabados a ultranza, entre números de equilibro, acrobacia, payasos, olor a palomitas y a algodón de azúcar.
Esta semana, Memoria de delfín despliega su carpa ambulante para celebrar el Día Mundial del Circo, que se conmemora cada tercer sábado de abril. Bajo su paraguas nos espera Eduardo Cardenal (Madrid, 1944), alias El Gran Cardenal, condecorado con la Medalla de Oro a las Bellas Artes en 2015, tras una vida dedicada a este oficio, primero como equilibrista, en su juventud, y posteriormente como director del Circo de las Islas Canarias (1977-2005), que llevaba su apellido.
Eduardo Cardenal, en uno de sus números de equilibrio
En su Autobiografía del equilibrista madrileño Gran Cardenal y el Circo de las Islas Canarias, recupera el patrimonio artístico y cultural del circo español, tradición histórica de la que él mismo forma parte, con 9.000 exhibiciones a sus espaldas como artista, 7.000 como director, y 87 países recorridos.
En torno a su año de nacimiento, 1944, gira el resto del programa, con especial atención a la música que entonces sólo se oía en la radio, como el “Romance de la otra”, de Concha Piquer, un tema incluido en su espectáculo Retablo español.
Repasamos una época marcada por la Segunda Guerra Mundial, y por la batalla del wolframio, un metal muy cotizado, sobre todo en el campo de la informática, presente entonces en tierras gallegas.
Agatha Christie fue una de las novelistas que más ejemplares vendió
Los pequeños refugios llegaban en aquella época en forma de libros como La venganza de Nofret, publicado por la reina del misterio, Agatha Christie; y en forma de música, como la que hacían en China las bautizadas como Siete Grandes Estrellas de la Canción: ZhouXuang, Gong Qiuxia, Yao Lee, Bai Hong, BaiGuang, WuYingyin y Yoshiko Yamaguchi.
Todo esto y más, este domingo a partir de las doce de la noche, con Arturo Martín.