Los sueños, las pérdidas materiales y humanas. Muchos argentinos perdieron su capacidad para mirar hacia delante durante el conocido como “corralito” -la crisis financiera y política que vivió la Argentina a finales del 2001-, pero también aprendieron a unir sus fuerzas y recuperaron la capacidad para apoyarse en la comunidad.
La odisea de los giles, dirigida por Sebastián Borenztein y protagonizada por Ricardo y Chino Darín, se adentra en uno de los episodios más trágicos de Argentina para crear una inteligente comedia. Padre e hijo charlan sobre el filme en Las mañanas de RNE con Pepa Fernández.
“Yo tendría apenas 13 años, estaba empezando la secundaria cuando sucedió el corralito, pero a pesar de mi juventud lo recuerdo bien. La desesperanza, la frustración y la tristeza eran palpables en todo el país”, cuenta Chino Darín, que también llegó a ver familias enteras viviendo en la calle. “Fue una experiencia muy fuerte, pero también muy esclarecedora porque con ello comprendimos lo que implica este tipo de crisis en la sociedad”, continúa.
Para su padre es difícil imaginar algún lugar en este planeta en el que no encontremos una comunidad que no se haya sentido avasallada por una crisis económica. “Esa es la clave que permite que la película no sea hiperlocalista y que todos puedan sentirse identificados”, apunta Ricardo Darín. La odisea de los giles, sin embargo, no se centra en aquel contexto. “La historia del corralito es solo el desencadenante”, cuenta Darín.
Basada en la novela de Eduardo Sacheri La noche de la Usina, la trama retrata la vida de un grupo de amigos y vecinos de un pequeño pueblo de la provincia de Buenos Aires que son estafados por un inescrupuloso abogado.
A sus 62 años, Ricardo Darín ya es todo un referente para el cine latinoamericano y mundial. La odisea de los giles, la primera película en la que coincide con su hijo en la gran pantalla, es su tercera colaboración con el director Sebastián Borensztein, después de Un cuento chino (2001) y Kóblic (2016).
En esta ocasión, además, Ricardo Darín es coproductor de La odisea de los giles. El actor se convirtió en 2015 en el primer latinoamericano en ganar el premio Goya y en 2017 recibió el premio Donostia por su trayectoria artística.