Benito Zambrano se adentra en las luces y sombras de la posguerra española. Su nueva película Intemperie viaja hasta aquellos años con la adaptación de la exitosa primera novela de Jesús Carrasco publicada por Seix Barral en 2013. Un trabajo que ha presentado en Las mañanas de RNE con Pepa Fernández.
“Es un viaje de la oscuridad a la luz. Un camino que parte de lo más despreciable a lo más hermoso", cuenta Zambrano. Su cuarto largometraje como director se estrena este viernes, 22 de noviembre, con la participación de RTVE en la producción. Protagonizada por Luis Tosar, Luis Callejo, Vicente Romero, Manolo Caro, Kándido Uranga y el joven Jaime López. Una conmovedora historia que narra la huida de un niño a través de un país gobernado por la violencia y castigado por la miseria material y moral de la época, en el que tratan de prevalecer la amistad, la solidaridad y la compasión.
Confiesa Zambrano que el film se empapa de referencias del western con mucho de Delibes y Los santos inocentes. “Al fin y al cabo, el gran género del mundo rural es el western”, apunta Zambrano. Un mundo al que rinde homenaje en esta película que además dedica “a todos los que enseñan a perdonar”. "Mis héroes son todos aquellos que trabajan para ayudar a los demás, intentando buscar un mundo mejor. Quienes entregan parte de su vida de manera desinteresada. Gente que busca el diálogo y que tratan de evitar que el odio se alimente más", confiesa el cineasta en esta entrevista.
El director de Solas sigue apelando a la emoción en su trabajo y apunta: “El sentimiento te lleva al pensamiento. Por eso para mí es más importante conmover, porque es un ejercicio que te lleva a la reflexión interior”. Una máxima que vuelve a demostrar en Intemperie, en la que “la forma poética de las imágenes” se elevan sobre la historia que muestra.