Barcelona acoge en el Museu del Disseny desde finales de mayo la exposición 'David Bowie Is', un recorrido apasionante por la biografía artística y su diálogo con otras formas de expresión artística.

Especial exposición 'David Bowie is' - 25/05/17
Pensar que ha sido cosa de la cercanía es la opción más facilona para entender la conexión con el hombre de las estrellas que se vivió en la noche del viernes de Vida Festival. De parte de dos propuestas tan diferentes, y de dos artistas con personalidades tan dispares, como Devendra Banhart y Wayne Coyne al frente de The Flaming Lips.
Lo de Devendra Banhart fue un homenaje explícito, una innvocación a través de una versión con dedicatoria ("Para David", léase en castellano). Era la reinterpretación del 'Sound and Vision' que ha sonado cuando estaba cayendo el sol tras la Masia. Antes, ya nos habíamos enamorado de la paz y la complicidad que transmite la banda en conversación constante con el público. Quizás no haya sido solo amor a juzgar por la ropa interior femenina que colgaba del pie de micro de Devendra Banhart al terminar el concierto, llegada como un íntimo proyectil desde el público.
Si Devendra ha sido un atardecer cálido y lánguido, The Flaming Lips han vuelto a encender la luz más brillante, ha salido el arcoiris en plena noche, han crecido setas en el bosque de Vilanova, seres extraños se han adueñado del escenario y David Bowie lo ha observado todo desde les estrellas.
Todos los estímulos visuales, todos los colores que existen, cualquier cosa puede aparecer en un concierto de los de Oklahoma que han empezado en lo más alto con 'Race for the Prize' y 'Yoshimi Battles The Pink Robots'. En dos canciones ya podías saber que aquel iba a ser el concierto de esta edición. Cuando Wayne Coyne se ha metido dentro de la ya mítica bola transparente para volar sobre el público invocando al Major Tom, ya podías saber que aquel era el momento que había que vivir.
Viaje el cosmos pop
Cuando salíamos flotando de la bacanal de colorines de The Flaming Lips, Guille Milkyway ha recogido el testigo cósmico para dar el que puede ser uno de los mejores conciertos de la historia del Vida Festival, y es mucho decir. Sin descanso, ha sido una constatación de que La Casa Azul es una fábrica de hits, para desgañitarse y bailar, para sentirse millennial.
La pulcritud de Real Estate
Como aperitivo entre uno y otros, unos inmaculados Real Estate. Emocionantes, de sonido perfecto y setlist intachable que han rozado la perfección. Siempre es interesante comprobar cómo porpuestas calmadas pueden encender un festival cuando ya ha pasado la medianoche.
Este sábado sigue la tercera y última jornada de Vida Festival en Radio 3 desde las 22.00 para conectar con los conciertos de Warpaint, Rosalía & Refree, Mishima y muchos más.