El 24 de marzo de 2015, los Alpes franceses fueron escenario para el horror. El vuelo 9525 de la compañía Germanwings que hacía el trayecto Barcelona-Düsseldorf se precipitaba bruscamente contra el suelo.
La investigación posterior demostró que el siniestro se produjo por una acción deliberada del copiloto que padecía trastornos mentales.
El programa Por todo lo alto de Radio 5 analiza las recomendaciones que elaboró en su día la comisión de investigación tanto en aspectos médicos como aeronáuticos y normativos. Hay que recordar que se constató que un médico privado recomendó internar en un psiquiátrico al copiloto Andreas Lubitz dos semanas antes de que estrellara el Airbus 320.