Dicen de María Pagés que es la bailaora de los brazos infinitos y que baila las palabras, los sentimientos y hasta los paisajes.
Eso hace al menos en su espectáculo Dunas, inspirado en el desierto marroquí. "Todo se puede traducir en movimiento, basta que a ti te lleguen sensaciones y seas capaz de filtrar eso en un misterio que no te sé explicar pero que soy capaz de transmitir", ha explicado la bailaora en Las mañanas de RNE.
Con este montaje visita la semana que viene los Teatros del Canal de Madrid. Para el día 23 de mayo ya ha colgado el cartel de "Noy hay entradas" y para el 24 y el 25 apenas quedan localidades libres.
Se trata de una coreografía que la bailaora sevillana creó en 2009 junto al bailarín belga Sidi Larbi Cherkaoui, figura clave en la danza contemporánea a nivel mundial. Dos mundos, dos culturas, dos maneras de bailar que se encuentran para formar una unidad y hacer de la diferencia armonía.
"Tenemos orígenes distintos y somos de disciplinas diferentes pero coincidimos en muchas cosas y en la creación de este proyecto hubo una participación al 50, 50".
También ha asegurado Pagés que crear este espectáculo ha supuesto para ambos artistas un viaje de búsqueda de sus raíces.
"Para mí es muy evidente la influencia árabe en el flamenco y Larbi nació en Bélgica pero es de origen marroquí, así que también tenía necesidad de profundizar en ello y esa búsqueda ha dado un resultado muy bueno, hemos compartido y hemos llegado a un punto común".
Para ello, viajaron al desierto de Marruecos "para ver los colores, los olores, el viento, la transforamción de las dunas... y fue una experiencia maravillosa y muy inspiradora. Hemos descubierto muchas cosas comunes y muchas cosas de nosotros mismos que desconocíamos".
"El flamenco es un arte muy individualista, yo siempre he trabajado sola y compartir un proyecto así con alguien como Larbi Cherkaoui te hace descubrir muchas cosas", ha reconocido la bailaora andaluza.
Música de belleza inaudita
El movimiento de los brazos es siempre el primer instrumento en un baile de María Pagés, y también es protagonista en las coreografías de Sidi Larbi Cherkaoui.
Por esto el inicio de Dunas no podía ser de otra manera que el encuentro de las manos de ambos artistas. Y a partir de ahí todo fue rodado "como son las dunas, con una fluidez y un entendimiento increíble, partiendo de un respeto y una admiración muy grandes", ha asegurado Pagés, "crear este proyecto juntos ha sido complejo pero no difícil".
El espectaculo, que estrenaron en Singapur con gran éxito, cuenta con una música "de belleza inaudita", tal y como la ha calificado María Pagés, nacida de las manos de músicos de lugares tan dispares como Córdoba, Sevilla, Varsovia y Tánger.
"La escenografía está también muy lograda y ha nacido de una manera muy orgánica", utilizando, entre otras cosas, la tela que la bailaora usa para sus trajes y jugando con las luces.
"La vida es una continua transformación y el espacio que necesitábamos para encontrarnos tenía que ser libre, donde todo estuviera por construir, esa era la idea de Dunas y encontramos esos momentos en los que yo soy arena y él me transforma o él es viento y yo lo transformo a él".