La Sociedad Española de Cardiología alerta de que la sal se puede considerar una droga. Las Universidades de Duke y Melbourne han realizado un estudio con ratones. Estos roedores manifestaban la misma necesidad de consumir este producto de uso común que la cocaína o la heroína. Estos comparten los mismo receptores en el cerebro que regulan la sensación de placer y de recompensa tras su ingesta.
Estas conclusiones explican porque para los pacientes con enfermedades del corazón es más difícil que cumplan un régimen limitado en sal, que dejar el tabaco.
José Ramón González Juanatey, presidente de este organismo, ha dicho en Esto me suena. Las tardes de Ciudadano García que la sal es uno de los mayores tóxicos para el sistema cardiovascular y uno de los principales determinantes del cáncer gástrico. El responsable ha pedido que se regule por ley una reducción paulatina de su consumo. Asimismo, también ha considerado importante que se eduque a los niños en una dieta baja en sal, ya que pueden condicionar la cocina de sus familiares.
En España se consumen una media de 10-11 gramos por día, mientras la recomendación de la Organización Mundial de la Salud es de 5-6 gramos.
El 65% de la sal que se consume se hace a través de la comida, un 15% se encuentra en el pan. Para esta organización es fundamental que se mejore el etiquetado de los alimentos, ya que los productos procesados tienen gran cantidad de este tóxico. Si solo se consumieran comestibles naturales, la toma de sal se limitaría a 2-3 gramos al día.